La palabra semanal: ABOGADO

   El pasado 23 de junio en Venezuela celebramos el Día del Abogado, tal cual se viene haciendo desde hace poco más de medio siglo, en conmemoración al natalicio de Cristóbal Mendoza, el primer presidente del país tras la declaración de independencia, además de abogado. Un llamado para honrar el trabajo que hacen algunos individuos en un país con leyes tan intrincadas como el nuestro.

   Por esta razón, la palabra de esta semana hace referencia, como indica su significado en muchos diccionarios, al que ejerce la abogacía con título legítimo, que aboga o defiende, bien sea en juicio, por escrito o de palabra, los intereses o causas de los litigantes.

   Dicha profesión existe desde hace siglos. En la antigua Grecia, por ejemplo, era común llamar a un sabio o patrono para que hablara en defensa de nuestros intereses, por ser alguien más letrado o culto. No obstante, es durante el imperio romano que esta palabra adquiere mayor valor y significado, tanto que para la Edad Media ya existían legislaciones que obligaban a los litigantes a valerse de personas expertas en la materia, para agilizar cualquier juicio en el que estuvieran implicados.

El abogado │ Honoré Daumier (1808 –1879)

   Abogado proviene del latín advocatus, “consejero, abogado, protector”, participio pasado del verbo advocare, “llamar, convocar, hacer venir”, conformado por la preposición ad y el verbo vocare, “llamar”. Tal vez por eso encaja tan bien la frase: “tiene derecho a llamar a un abogado".

Libro 2.png

   Existen varios tipos de abogados. Entre ellos destacan el abogado acusador, encargado de hablar en nombre de la persona perjudicada; es decir, la víctima en el delito cometido. Luego tenemos al abogado de Dios, que defiende la legitimidad de la canonización de una venerable persona.

   A este par se les suma el abogado de pobres, o abogado de oficio, como suele llamarse a quien se encarga de actuar en defensa de aquellos que no tienen para pagar los honorarios. Después nos encontramos con el abogado de secano, un individuo que no está en condiciones de ejercer, ni siquiera ha estudiado Derecho, pero defiende a diestra y siniestra sus capacidades para abogar por Fulanito o Fulanita.

   Tampoco podemos olvidar al abogado defensor, quizá, el que más difícil la tiene porque su deber es defender a presuntos criminales o culpables y, en el peor de los casos, a verdaderos monstruos que siguen en libertad gracias a ellos, por lo que guardamos un minuto de silencio en honor a su conciencia.

   Sin embargo, no queremos pecar de abogados del diablo y aguar la fiesta de los abogados, valga las redundancias, que todavía deben estar festejando. Así que nos despedimos, recordándoles que todos debemos conocer y defender nuestros derechos; aún es posible que estos dejen de ser violados constantemente por las autoridades, si hacemos resonar nuestra voz.

Lupa.png

Referencias:

• Real Academia Española. (1992). Diccionario de la lengua española (21a ed.).

• CLAVE. (2000). Diccionario de uso del español actual (4ta ed.).

• Cabanellas de Torres, G. (2006). Diccionario Jurídico Elemental (18a ed.).

• Nazoa, A. (2da.). (2014). La palabra de hoy. CENAL.

• AA. VV. (1965). Monitor. Enciclopedia Salvat para todos. Salvat, S. A. de Ediciones.

Diseño:

  • Photoshop CS6

Recursos gráficos:

Lupa.

Libro.

Estantería de libros.

Pergamino.

Publicaciones anteriores:

La palabra semanal: INDIGENA
La palabra semanal: PLAGIO
La palabra semanal: HUMOR
La palabra semanal: DUENDE
La palabra semanal: TIEMPO
La palabra semanal: ALMANAQUE
La palabra semanal: TRABAJO
La palabra semanal: MENTIRA
La palabra semanal: LIBRO
La palabra semanal: INTRODUCCIÓN

Banner-La-palabra.gif

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now