Luego de varias horas pensando en la promesa del comercial de cereales, Laura dio el paso definitivo y se dirigió a la tienda más cercana donde compró varias cajas del cereal milagroso, su gran oportunidad había llegado y no podía desperdiciarla, es ahora o nunca, se dijo mientras regresaba a casa con su cargamento de cereales.
Tal como lo indicaban las instrucciones del empaque, comió el cereal a las horas señaladas y la cantidad sugerida, al cabo de una semana su sueño se había hecho realidad; se convirtió en lo que siempre soñó una hermosa ave de color amarillo, al mirarse en el espejo no pudo evitar sonreír de felicidad, su abuela siempre tuvo razón, la belleza del ave era innegable ya solo quedaba esperar la buena suerte que auguraba esta misteriosa ave.
Los días siguieron su curso y Laura esperó pacientemente la llegada de la primavera para volar, recorrer los jardines y observar las hermosas flores que daban la bienvenida a la nueva estación, un grupo de niños que jugaban en el jardín se sintieron atraídos por el ave y desde ese día en horas de la tarde le llevan las deliciosas golosinas que sus madres preparan y ella a cambio les obsequia plumas de oro, que ellos venden para comprar alimento y compartir con sus vecinos, la cara de felicidad de los niños, el amor y cuidado que recibe de ellos, tiene más valor que las plumas de oro, consciente de que su vida acabará al sacar la última pluma, sonríe de felicidad al suspirar por última vez en las manos de Eloy.
Esta ha sido mi entrada al Extraño concurso No 33, invito a @brujita18 y @sacra97.
¡Bendiciones!
