Las fresas con crema batida, para mí son unas de las cosas más sabrosas que hay y ya no voy a decir que soy fan, porque ahora soy fan integral de la gastronomía jajaja. Lo cierto es que esta combinación de sabores es perfecta y me gusta recrearla en diferentes formas de postres, como es el casi de este pastel y así conservo la misma experiencia de sabores, pero llevándola a otros niveles.

Era el cumple de mi sobrina y si hay algo que le gusta a ella son las fresas. Las fresas son su fruta favorita y siempre que hago algún pastel o postre para la casa, me pide que le coloque fresas y como se trataba de su cumpleaños, el pastel no podía tener otras cosas más que fresas y es así como nace este pastel de fresas con crema que ella amó totalmente.

Adicional le puse un relleno de crema de fresas que, al combinarse con un bizcocho embebido en un almíbar de ron, son sabores que enamoran a cualquier paladar y lo hacen disfrutar de una experiencia que te hace querer comer más y más. Para mí los sabores son muy importantes, por eso parece que a veces exagero en algunas cantidades de frutas o ingrediente para dar sabor, pero es solo por el tema de que quiero que la experiencia de comer una de mis preparaciones sea todo un placer.

Para este pastel, utilicé los siguientes ingredientes:

Ingredientes

Un bizcocho de 22cm.
1 litro de crema para montar tipo chantilly
2 cucharadas de leche
4 cucharadas de azúcar en polvo
200 gramos de mermelada de fresas
500 ml de almíbar de ron
Fresas y mermelada de fresas para decorar en cantidad necesaria.

Preparación

Para comenzar, se debe preparar un bizcocho, puedes seguir mí receta aquí. Lo otro que hay que tener listo es el almíbar de ron, eso se logra colocando en una olla 150ml de ron, 350 de agua y 250 gramos de azúcar. Se coloca a hervir y una vez que rompa hervor, se apaga y se deja enfriar. Yo prepare la mermelada, pero puedes comprarla. Si quieres experimentar el preparar mermelada en casa, al final del post te dejo varias de mis recetas.

Teniendo la mermelada lista, en un bol frio, se coloca 500ml de la crema tipo chantilly que debe estar bien fría, casi a punto de congelación. Se le coloca 2 cucharadas de azúcar en polvo y se comienza a batir hasta que agarre firmeza.

Se agrega la mermelada de fresa y se continúa batiendo hasta que tenga una textura super firme. Ten presente que el ácido presente en la mermelada hará que este proceso sea muy rápido. No hace falta agregar colorante, pero si deseas una crema con un tono rosa más pronunciado, puedes agregar un poco de colorante rojo.

Se corta el bizcocho en 3 partes y se forra el molde donde se ha horneado con una bolsa y se introduce el primer disco base. La idea de forrar el molde con una bolsa es para que sea más fácil sacar todo del molde y se proteja del ambiente.

Se embebe el bizcocho con el almíbar y se coloca una parte de la crema de fresas, se esparce bien y se coloca otra disco de bizcocho, haciendo un poco de presión para que todo quede bien distribuido. Se repite el proceso hasta terminar con los ingredientes. Como son dos capas de crema, lo ideal es dividir la crema en 2 partes igual y así tendrás un relleno equitativo y se verá bien al momento de cortar el pastel.

Una vez armadas todas las capas, como se utilizó una bolsa, esta permite cerrarla y así se lleva a refrigerar por el espacio de 2 horas por lo menos. Una vez refrigerada, se desmolda para decorar.

Se monta el resto de la crema tipo chantilly, pero esta vez agregando la leche en polvo y la azúcar en polvo justo antes de comenzar a batir. Debe estar bien fría al igual que el bol. Una vez que la crema está en el punto firme, se procede a decorar el pastel, yo utilizo una manga para distribuir bien la crema y con ayuda de una espátula, se alisa. Si quedan muchos grumos, puedes calentar la espátula y pasarla para obtener un mejor acabado.

Se cortan las fresas y se proceden a colocar por todo el borde del pastel, empujándolas un poco en la crema para que queden como incrustadas.

Para la decoración de arriba, se comienzan a colocar las fresas desde afuera hacia el centro, una al lado de las otras y en cada circulo de fresas, se colocan encima para ir creando el efecto de una flor. Con un poco de mermelada bien fría, se procede a darle brillo a las fresas y se deja reposar el pastel en la nevera hasta el momento de cortarlo.

Ya el pastel fresas con crema está listo. Te aseguro que la combinación de sabores es fenomenal, la suavidad del bizcocho por el almíbar que, al ser mezclado con la crema de fresas, hace que sea toda una experiencia el comer este pastel y eso sin dejar por fuera las fresas que ya de por si me encanta por su sabor cítrico.