Spectrum [La búsqueda de una vida]

Ilustración

«La fantasía, aislada de la razón, sólo produce monstruos imposibles. Unida a ella, en cambio, es la madre del arte y fuente de sus deseos.»

—Francisco de Goya

Spectrum

En las instalaciones de la central radial de la corporación ASTRA, Camila Prieto, jefa del departamento de emisión y recepción de información, había recibido ondas radiales que parecían provenir del espacio. Hace tres días que el ingeniero mecánico Jonas Vergel desapareció sin dejar rastro, la última vez que se le vio fue en los transbordadores eléctricos de las cápsulas espaciales, y a partir de ahí desapareció, junto con una de las cápsulas de prueba.

Para opinión de todos, la desaparición física del ingeniero Jonas Vergel no fue mortal. Los científicos que trabajaban con los transbordadores hicieron numerosas pruebas y llegaron a la conclusión de que su cuerpo no se evaporó junto con el de la cápsula, sino que más bien, fueron transportados en intervalos de partículas a la velocidad de la luz a otro lugar del universo.

Mario salcedo, encargado de la estructura mecánica y eléctrica de los transbordadores, anteriormente había hecho experimentos de traspaso con objetos de diferente tamaño y composición. Las maquinas podían desintegrar de un lado a otro estructuras de hasta cincuenta mil toneladas, y volver a reincorporarlas al otro extremo donde fueron enviadas sin ningún problema.

Alicia Velman, supervisora del trabajo de Salcedo, confirmó lo siguiente; los transbordadores estaban diseñados para traspasar los objetos a diferentes puntos específicos del espacio, no solo terrestre sino también hacia los exteriores del firmamento. Se habían ajustado varios puntos, que serían los nodos estratégicos de exploración para la búsqueda de recursos naturales. Estos mundos serían los propicios para abastecer a la corporación ASTRA de materiales sin tener que buscarlos en países no autorizados.

Esta información sobre los transbordadores fue entregada a los jefes de estaciones, quienes decidieron mantener en estatus de clasificado, ya que no deseaban que los entes superiores de la corporación ASTRA, se enteraran del terrible error que habían cometido, al enlazar esos puntos con el planeta tierra sin autorización previa. Tampoco querían que se enteraran de la torpeza que Vergel había cometido, al estar atrapado ahora en un planeta desconocido.

A Salcedo y Velman, no les parecía mantener aquella información en total restricción, ya que se trataba de la vida de una persona atrapada en un planeta clasificado como grado C; no solo por la constante radiación cambiante que se desenvolvía allí, sino por la vida que habita ahí. Así que ambos no pudieron callarlo y decidieron interceder con la única persona que podía ayudarlos, y esa era Camila Prieto.

Prieto estaba tan preocupada como ellos por el estado de Vergel, así que los tres decidieron unir fuerzas para encontrarlo, pero primero debían comunicarse con él. Prieto, ya informada de todo lo sucedido y decepcionada completamente de los jefes de estaciones, decidió mantener su misión en secreto, ni ella, ni Salcedo, ni Velman, podían hablarlo ni siquiera con sus asistentes.

—No puedo creer lo que ha pasado, ¿por qué nadie tenía conocimiento de ese proyecto? —Dijo Camila Prieto, con el rostro confundido y apretando los labios en señal de ansiedad.

—Los transbordadores no estaban listos para usarse en realidad. —Dijo Mario Salcedo con el rostro sereno y serio. —Teníamos la intención de mostrar el proyecto a los grandes cabecillas de la corporación una vez terminado.

—Así es, las maquinas estaban inhabilitadas, pero Vergel de alguna forma hizo funcionar el transbordador estando dentro de la cápsula. —Dijo Alicia Velman, mirando fijamente a los ojos de Camila, evocando un tono de voz mucho más alto, enérgico, puesto que así era su personalidad.

—Pero él debía de tener algún conocimiento de la máquina, ¿si no cómo la hizo funcionar? —Dijo Prieto con los ojos sumamente abiertos.

—Sí, yo también pienso lo mismo. —Dijo Salcedo sosteniendo aquella aseveración. —Pero ni modo, ya no podemos pensar en eso, necesitamos ver si los ejes de recepción de información han detectado algo.

—Eso era lo que iba a mostrarles. —Dijo Camila, llevándose a ambos colegas a la sala principal de la central, la cual, se encontraba ese día completamente despejada ya que ella le había dado el día libre a todo el personal a su cargo.
—Observen. —Prosiguió Camila. —Disipé todas las ondas radiales terrestres que recibía y me enfoqué únicamente en los campos espaciales. Aumenté la densidad de radio para abarcar mejor terreno, y aunque en los dos primeros días no había conseguido nada, el tercer día sí que recibí una señal sumamente débil, que ciertamente venía del espacio.

Camila mientras seguía explicando, señalaba en la gran pantalla la gráfica de recepción y con un mapa de detección de ondas de radiación, expuso la baja potencia de aquella señal y de cómo se desenvolvía.

—Es aquí, ¿ven? —Continuó Camila. —Esta señal se mueve de forma muy ondulada y poco concisa, como si tratara desesperadamente ser recibida por un receptor. Me moví rápidamente y la intercepté, pero solo recibía espectros radiales y mucha estática. Realicé una configuración de los aparatos para hacer la señal más clara, pero a medida que lo hacía, el espectro se ofuscaba cada vez más y progresivamente solo me otorgaba pura estática, a lo mejor se debía a las fuerzas electromagnéticas del espacio que interrumpían mucho la señal.

—Bueno, tengamos la esperanza de que ese sea Vergel intentando comunicarse con nosotros, ¿hay algo más? —Prorrumpió Velman mirando la gran pantalla.

—En realidad nada de gran relevancia. —Aseguró Camila. —La señal se perdió y no ha vuelto a aparecer, eso me preocupa.

—Quizás el radio se quedó sin batería. —Dijo Salcedo masticando un emparedado que se había preparado minutos antes de entrar en la sala de la central. —El diseño de la cápsula incluía un artefacto radial recargable, que iba incorporado justo en el centro. Si Vergel conoce el diseño, sabrá donde está el cargador y emitirá la señal nuevamente.

—Ojalá que así sea Salcedo. —Comentó Prieto en tono preocupada. —Espero que podamos comunicarnos con Vergel para ayudarlo a salir de ese lugar. No sabe la gravedad del lío en que se ha metido.

Escrito por @universoperdido. Jueves 23 de julio del 2020.

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