Ilustración/Illustration
Saludos hivers, cibernautas lectores, comentadores, curadores, señoras y señores que solo vienen a leer las publicaciones que en este portal virtual y en otros se publican, hoy quiero hablar de algo distinto, que no tiene que ver con los relatos de ficción a los que estoy acostumbrado a escribir. Quiero hablar un poco sobre lo que me abruma desde ayer para acá, me siento congestionado.
Ayer en la mañana desperté como cualquier otro día, siempre tengo la costumbre de levantarme temprano para hacer un poco de ejercicios, duro más o menos una hora en mi actividad. Al terminar fui a la cocina, tomé un poco de café y luego fui a la oficina del negocio de mi familia, para escribir cosas en un cuaderno. Después reviso la computadora para ponerme al día con mis cosas.
Después de terminar voy con mi sobrina a su cuarto para terminar de ver una serie que nos tenía enganchados a ambos. Ella estaba insistente en terminarla y yo tenía hambre, puesto que solo había en mi estómago café, así que decidimos comprar unas chucherías para matar el hambre mientras veíamos la serie.
Duramos dos horas, ya que solo nos faltaba ver dos capítulos, y al terminar, de repente sentí un malestar en mi cuerpo, como un dolor de cabeza que me ponía con un humor bastante pesado. Había perdido el sentido del olfato y del gusto. Mi nariz estaba congestionada. Sabía que eso era gripe pero me atacó de una manera muy extraña, ya que no me dio ni dolor de garganta.
Me tomé una pastilla de clorace y me tumbé en la cama esperando mejorar, luego me quedé dormido por un buen rato. Esa tarde había decidido lavar la ropa pero me sentía débil y sin ganas de continuar, así que proseguí el día de hoy. Al despertar, un amigo me llamó por video llamada, le dije que me sentía mal para hablar y que si era posible poder charlar más tarde, me dijo que no había problema y fue en ese momento cuando me levanté al baño para hacer mis necesidades.
Cuando pensé que no era suficiente con la desgraciada gripe, se me va la luz. Primero hubo un bajón que me dejó sin internet por unos minutos, luego hubo otro, que fue el tiro de advertencia para que posteriormente, después de unos minutos, se fuera la electricidad definitivamente. Antes de eso le iba a escribir a mi amigo, preguntándole por un texto que él me había recomendado; casualidad que todo quedó a oscuras y encima con un malestar que no me dejaba moverme bien.
En mi casa pensábamos que la electricidad iba a llegar media o una hora después, ya que han sido muy condescendientes con nosotros sobre todo con mi sector, que ha sido el más golpeado por esta calamidad. Pero no fue así, nos dieron varias horas. Hubo un momento en que llegó y quedó estable como por media hora pero luego se volvió a ir. Eso fue terrible para todos.
Al final, la electricidad llegó casi a la media noche, lo bueno es que teníamos un pequeño fogón con aserrín y gasoil para preparar la cena en la terraza, ya que no contamos con gas doméstico. Pudimos solventar varias cosas, pero yo todavía seguía con aquel malestar que no me dejaba ni tener hambre, aunque comí bastante ya que no sabía si más tarde se me iba abrir el apetito.
Cuando la electricidad llegó finalmente, me eché un baño, me tomé un con otra pastilla de clorace y luego me fui a dormir, puedo decir que dormí como nunca anoche. Sin embargo aún sigo con congestión nasal, sin sentido del gusto y el olfato. Espero que esta gripe se me pase pronto. Con el tema del COVID-19 la gente muy alarmada y quieren transmitirle esa sensación pero yo no me permito que me agobie, ya que no podemos perder la calma, ya uno tiene demasiados problemas.
Bueno, creo que finalmente he podido desahogarme. Quería escribir algo diferente, algo que no tuviese nada que ver con mis relatos, que por cierto, seguiré escribiendo mañana ya que hay muchas partes que debo continuar.
Si has llegado hasta aquí, gracias por leerme, por entender mi desahogo y nos leemos en otra publicación llena de fantasía. ¡Hasta luego!
Escrito por @universoperdido
