Saludos a todos mis apreciados lectores, espero que les haya gustado mi escrito anterior y confiando en eso, me he animado a escribir otro, esta vez les voy a contar como fue nuestra experiencia en un viaje que hicimos varios amigos a Todasana, un pueblo con playa y un rio que queda en la costa del Litoral Venezolano, se llega por la Guaira pasando la ciudad vacacional de Los Caracas y también se llega por Higuerote siguiendo la vía de la playa de Chirimena.
Ciudad Vacacional de Los Caracas.
Ya en otras oportunidades había visto como iban para ese pueblo y yo por distintas razones y motivos no había podido ir, pero al fin se me dio la oportunidad y me dije, este viaje tiene que ser inolvidable, y vaya que lo fue, era el año de 1976, temporada de Semana Santa, ya había participado en otras excursiones que les contaré en otra oportunidad, pero esta era la primera que yo iba con ese grupo a la playa a quedarnos varios días, yo contaba para ese momento con 17 años de edad, y tenía una buena amistad con un grupo de amigos contemporáneos conmigo, entre los cuales estaban, (los voy a nombrar por su nombre o por el apodo con el cual nos tratábamos) El Portu, Julián, El Terco, Ponqué, Cayú, y el rompe grupo apodado Nano, del lado de los mayores que nosotros y hablo del grupo de los que nos llevaban 5 o más años de edad estaban, Camilo, Beny, Peter, Roy, Hernán, Harry, Pancho y Tavo que tocaba muy bien la guitarra y por supuesto que la iba a llevar, en total éramos 14.
Como en toda excursión comenzamos los preparativos días antes de la fecha que íbamos a salir divididos en dos grupos, en el primer grupo nos iríamos el miércoles de semana santa al medio día, el otro grupo se iría ese mismo miércoles pero bajarían a la guaira después de las 6 de la tarde, todo eso motivado porque los que nos íbamos primero estábamos estudiando en el liceo y el segundo grupo ya estaban trabajando y tenían que esperar a que terminara su jornada laboral, se planificó todo con lujo de detalles, desde la comida, implementos para cocinar, lámparas de gas y kerosene, linternas, mecate, dos cavas grandes de anime, carpas y por supuesto que no podía faltar las bebidas alcohólicas, llevamos unas botellas de ron Cacique y otras de Aguardiente (caña blanca) y allá en el pueblo luego supimos que habían dos licorerías y varias casas que funcionaban como abastos, fuimos comprando la comida que se iba a llevar como grupo y si cualquiera quería llevar algo aparte para su consumo también lo podía hacer, en mi caso me compré 5 leches condesadas de las grandes, una para cada día.
Para esa época yo practicaba mucho deporte entre los cuales estaban el beisbol, básquet, futbolito y maratones, en fin todo un atleta pues, sin contar que también jugaba por mi casa la popular pelotica de goma y chapita, para los que no saben qué juegos son esos les explico, la pelotica de goma consiste en ser muy similar al beisbol pero con la variante que se utiliza una pelota de goma maciza, el que está bateando la batea lanzándola al aire frente a su cuerpo y le descarga un fuerte impacto con su mano, (abierta o cerrada), teniendo la ventaja de dirigir el batazo al lugar que se quiera hacer, y se utilizan tres bases y el home, con las reglas del beisbol, no se vale poncharse así no le des a la pelota con tu mano, y también se usan las regla del terreno en que se esté jugando, ejemplo: cuando se batea una pelota que pegue en el techo o pared de una casa y sea atrapada de aire, es decir, sin que llegue a pegar del suelo, se decreta el out, (y de allí la popular frase, “fao atajao es ao”) normalmente se juega a tres innings el juego, y la chapita es un juego que consiste en batear la chapa que es lanzada por un pitcher del equipo contrario, se coloca un home, o sea, se construye el home con una base que tiene un tubo que tiene una altura aproximada de un metro y al final del tubo lleva pegado o soldado una tapa de olla o una tapa de rin de carro, esto para que sirva de receptor, ya que si el lanzador logra pegar la chapa lanzada de esas tapas se considera strike, y si el bateador roza la chapa con el palo de escoba que se utiliza como bate y esta pega de esa tapa se decreta out al bateador, no se corre como en la pelotica de goma, normalmente se juega que si la chapa es bateada y sobrepasa el límite establecido para considerar bueno el batazo y la chapa no es atrapada se decreta quieta y el batazo vale una carrera, y hay un límite también donde se establece que si la chapa bateada sobrepasa de aire ese límite se considera jonrón con tres en base y el batazo vale 4 carreras, para que la chapa bateada sea decretada out, esta tiene que ser agarrada al primer intento por cualquier miembro del equipo que esté cubriendo en ese momento, pero si la chapa ya fue tocada y sigue sin ser atrapada por alguno de los jugadores que están al campo cubriendo, se decreta quieta la chapa y vale una carrera, y se juega con reglas del terreno donde se esté jugando, y los juegos son normalmente de tres innings, bueno me desvié por completo del tema de la excursión, pero me pareció importante explicar esos dos juegos para los que nunca los han jugado.
Volviendo al tema de la compra de la comida, también me compré una caja de pastillas Pentro para aliviar el dolor de garganta, una mermelada de guayaba que es la que más me gusta, dos paquetes grandes de galletas de soda, un paquete galletas de sorbeticos, otro de reinitas de frambuesa y 4 compotas de manzana, en fin, puro dulce jajajajaja, también se compró entre todos, harina pan, diablitos, atunes en lata, mantequilla, pasta, arroz, café, azúcar, leche en polvo, chesse whiz, sandwish spread de kraft, sal, 4 cartones de huevos, jamón, queso blanco para rayar, queso amarillo en rebanadas, carne roja, pollo, chorizo, tomate, cebollas, aliños y otras cosas que no recuerdo, también se compró aspirinas, acetaminofen, cafenol, alka seltzer, alcohol, mertiolate, mercurio cromo, curitas, vendas, y otras cosas, para cocinar llevamos, ollas grandes y pequeñas, sartenes, budares, rejilla metálica de acero de las que usan las neveras para hacer las divisiones entre los tramos, cafetera greca, cubiertos, vasos, tazas, en fin todo lo que se iba a necesitar para pasar unas buenas vacaciones.
Llegado el día, salimos para la guaira el primer grupo, éramos: El Terco, Ponque, Julián, Nano, Camilo, Tavo, Pacho y yo, fuimos a la avenida Sucre que nos quedaba a unos 50 metros de donde vivíamos la mayoría y nos montamos en el autobús que bajaba al balneario de Macuto y el cual costaba dos bolívares el pasaje, nosotros llevábamos bastante cosas (solo hay que imaginar a 8 personas cada una con un morral bien grande y todos los implementos), yo llevaba un morral grande lleno con mis cosas y con parte de la compra que se hizo en grupo, además me llevé un radio grabador marca Sony grande y que llevaba 8 pilas de las grandes, compré 8 que le puse para ir oyendo música en el camino y 16 más para reponerlas cuando se gastaran las que estaban en uso, y por supuesto muchos casetes con música de Rock de los sesenta y setenta, Los Beatles, Rolling Stone, Led Zeppelin, Santana, Al Kooper, etc, y Salsa, Ricardo Ray y Bobby Cruz, Ray Barreto, Héctor Lavoe, Ismael Miranda, Ismael Rivera, Dimensión Latina, etc, en fin, bien equipados con mucha música.
Avenida Sucre de Catia.
Antiguo Peaje de la carretera Caracas - La Guaira.
Boqueron Uno de la carretera Caracas - La Guaira.
Autobús de la ruta Caracas - Naiguata.
También llevábamos las lámparas, linternas, las supuestas dos carpas (después verán porque digo supuestas dos carpas), ollas, sartenes, machetes, el hacha, etc, el trayecto desde Caracas a donde debíamos tomar el otro transporte que nos llevaría de La Guaira a Todasana era como de una media hora, en el camino íbamos echando vaina, oyendo música y comentando lo bien que lo íbamos a pasar.
Al llegar a punta de mulato, frente al terminal de pasajero de La Guaira, (el lugar donde tomaríamos el otro transporte a Todasana) no encontramos con la sorpresa de que el único autobús que hacia ese viaje estaba dañado, tremendo problema teníamos, ya habíamos salido y no queríamos regresarnos para bajar al día siguiente, Camilo fue a hablar con unos tipos que estaban reunidos frente a la parada de los autobuses y regresó donde estábamos nosotros y nos dijo, allá hay unos carajos que me dijeron que tenían una camioneta cerrada, de esas viejas, que solo se usan para transportar alimentos, que nos podían hacer el viaje, el autobús cobraba 3 bolívares y ellos nos llevarían por solo dos bolívares, lo hablamos entre todos y decidimos lanzarnos esa aventura con esos carajos, Camilo fue y les dijo que si y uno de ellos fue a buscar la famosa camioneta, a los 10 minutos llegó, por Dios, eso era un rancho, estaba toda desconchada de pintura, oxidada, y botaba humo como una chimenea, pero ya estaba decidido, se estacionó frente a nosotros y comenzamos a subir las cosas, luego nosotros, en la parte de atrás nos montamos todos menos Camilo que se fue adelante junto con el chofer y un acompañante.
Antiguo terminal de pasajeros de La Guaira.
El otro pequeño detalle que no lo habíamos notado era que los dos tipos estaban bien rascados (bastante tomados con mucho licor) el chofer nos cobró por adelantado y el acompañante fue a una licorería que quedaba a unos 20 metros y regresó con dos litros de Anís, ahí si me asusté yo, y pensé, en que lio nos hemos metido, bueno el tipo arrancó picando cauchos, y yo me encomendé a Dios, ese carajo iba volando bajito, eran las dos de la tarde y el trayecto desde ahí ha Todasana era como de una hora y 30 minutos, iban tomando anís y llevaba un reproductor de casete a todo volumen oyendo salsa que estaba de moda en la época, Héctor Lavoe, Ismael Miranda, Ismael Rivera, Rey Barreto, etc, pasamos macuto, camurí chico, tanaguarenas y comenzamos la vía que va hasta los Caracas, bueno ahí si fue que yo estaba rezando, el carajo iba como a 120 kph, cuando entraba en las curvas casi nos volteábamos, el tipo seguía tomando y cantando, así con un Cristo en la mano llegamos a Los Caracas, pasamos por donde está la piscina de agua salada, El Botuco (que es como una discoteca, una estructura que quedaba al frente de la piscina cruzando la vía) y siguió para arriba, fuimos pasando por donde están las casas y ahí recortó la velocidad porque hay policías acostados (eso son pequeños muros que se hacen en la vía para que los conductores recorten la velocidad).
Piscina de agua salada de Los Caracas.
Playa de Los Caracas.
Así fuimos hasta llegar al final de la vía de asfalto, y comenzaba la carretera de tierra, bueno ahí si pensé que nos matábamos, el carajo entró a ese carretera y comenzó a correr de nuevo, lo más peligroso de esa vía era que no tenia defensa en las orillas, si caías por el lado izquierdo caías al mar, y por el lado derecho caías a unos barrancos bien profundos, todos en la parte de atrás le dábamos golpes al vidrio que nos separaba del chofer, pero este ni se enteraba de nosotros, le mentábamos la madre, lo insultábamos y nada que recortaba la velocidad, solo recortaba cuando atravesábamos unos pequeños ríos que estaban en la vía, coño, yo pensé, -bueno hasta aquí nos trajo el río, -me voy a morir bien joven, todos íbamos bien chorreados de miedo y el tipo manejando feliz de la vida, de paso íbamos dando brincos y tumbos dentro de esa camioneta ya que no tenia asientos y nos sentábamos en el piso de la camioneta, para llegar a Todasana pasamos primero por los pueblos o caseríos de Quebrada seca, Osma y Oritapo, cuando pasamos el ultimo río que faltaba para llegar a Todasana vimos a Dios, al pasarlo rodamos como 5 minutos mas y llegamos, verga hermano, que odisea, yo casi beso el piso del pueblo al bajarnos, el chofer ni se bajó, y nos dijo, échense una apurada bajando eso que voy a buscar más pasajeros a punta de mulato, nosotros nos vimos las caras y dijimos, que bolas, deberíamos denunciar a ese tipo, en el próximo viaje se mata seguro.
Bajamos todo y el tipo arranco picando cauchos y riéndose duro, eran las 3:05 minutos, o sea, el carajo se había echado una hora y 5 minutos en ese viaje que dura normalmente hora y media, nos quedamos un rato hablando y ordenando las cosas mientras nuestros testículos bajaban de la garganta al lugar que deben estar, recogimos todo y nos fuimos a buscar un lugar en la playa, el asfalto estaba mojado y la arena también, lo que nos indicaba que había llovido, un señor al vernos pasar desde su casa nos dijo, tengan cuidado muchachos que ha llovido mucho en estos días, no armen la carpa cerca del rio, le dimos las gracias y nos vimos a las caras, pero nadie entendió el mensaje, llegamos y habían bastante carpas, por supuesto que los que llegan primero agarran los mejores lugares, nosotros agarramos uno para los dos grupos, nosotros y los que venían en la noche, agarramos un espacio como de 8 metros cuadrados, pusimos las cosas en la arena y yo fui a ver el rio con El Terco y Julián, estaba crecido, y se veía turbio, y de vez en cuando bajaban pedazos de palos y ramas, no le dimos importancia y nos regresamos con el grupo.
Río de Todasana.
Río de Todasana.
Río de Todasana en la actualidad.
En ese tiempo ni pensaban en aparecer los teléfonos celulares, así que no podíamos tener comunicación con el otro grupo, comenzó a oscurecer y Camilo nos dijo, buenos chamos vamos a armar las carpas, sacó de un forro grande una carpa que era para 8 personas y luego sacó un pedazo de lona grande, nos la entregó y nos dijo, esta es la de ustedes, ¿qué? Le dijimos nosotros, nos van a dar ese pedazo de lona, sí dijo él, que bolas tienes tú le dijimos, que quieren ustedes nos respondió, la carpa es para nosotros los viejos, ustedes son los chamos y se jodieron, es más, vayan armando su vaina que se hace de noche, para que también vayan a buscar leña para cocinar la cena, no joda le dijo El Terco, vayan a buscar leña ustedes también, coño chamo no seas rebelde y revirón le dijo Camilo, no nos quedaba otra opción y nos pusimos a ver como armábamos una carpa con esa lona que era bien grande y pesada, debía medir como 8 metros cuadrados, yo dije, vamos a buscar palos grandes y los ponemos cruzados amarrados en las puntas, piedras grandes para que sirvan de soporte a los palos y les den fuerza para que no se muevan cuando estén clavados en la arena, así lo hicimos y por suerte conseguimos bastante palos y piedras y comenzamos a armar nuestra carpa, colocamos 6 pares de palos cruzados en línea recta con una separación de un metro más o menos, formando 6 triángulos con una altura de metro y medio cada uno, y le colocamos dos palos largos encima de donde se amarraron ambos palos, esos dos palos sirvieron de base para colocar la lona encima y quedó en forma de un gran triangulo de más o menos un metro y medio de alto, con poco hicimos mucho y nos quedó muy bien la carpa improvisada, sellamos una de las puntas para que solo quedara una entrada - salida y poder evitar que nos robaran las cosas.
Eran como las 6 de la tarde y ya el sol se ocultaba, pusimos nuestras cosas dentro de la carpa y teníamos un gran espacio para dormir bien cómodos los 6 que íbamos a usarla, al terminar no recuerdo bien quien fue el que dijo, vamos a cavar una zanja ancha y profunda alrededor de nuestra carpa por si acaso llueve no se nos vaya a inundar con el agua, nos pareció una excelente idea y comenzamos a cavar la zanja entre todos y la terminamos rápido, ya estábamos preparados por si llovía fuerte y se inundaba el lugar donde estábamos acampando, los otros armaron la carpa rápido, pero no hicieron la zanja de prevención, solo nos estaban jodiendo burlándose de nuestra carpa, en la carpa improvisada dormiríamos El Terco, Cayú, Julián, Ponqué, Nano, El Portu y yo, y en la otra dormirían, Pancho, Peter, Camilo, Tavo, Hernán, Beny, Roy y Harry, buscamos leña para hacer unas arepas y el café, conseguimos dos bloques de cemento y sirvieron de base para la rejilla que habíamos llevado donde cocinaríamos nuestros alimentos, las arepas las cocinaron en el budare El Terco y El Portu, y el café lo hizo Camilo, todo quedó listo ya estando oscuro, comimos y también les guardamos comida a los que venían en camino.
Mientras ellos llegaban nosotros preparamos una bebida muy popular en Venezuela llamada guarapita, se hace con aguardiente, azúcar, concentrado de piña o cualquier otro concentrado de fruta, agua y si hay se le pone hielo, o se pone a enfriar, preparamos la bebida con dos litros de aguardiente y salieron 5 litros de guarapita, el agua la buscamos en el río lógicamente ya que no teníamos más agua igual con la que cocinamos también fue del río, al ya estar oscuro y tener que agarrar el agua de la orilla del río, junto con el agua agarramos también sin darnos cuenta peces pequeñitos, se preparó toda la bebida y cuando ya llevábamos un litro consumido de los 5 que salieron El Portu fue el que se dio cuenta que la bebida tenia peces pequeñitos que a pesar de haber mezclado todo lo de la bebida muchos seguían vivos milagrosamente, los que pudieron salvarse los sacamos de la bebida y los regresamos al río, los demás ya nos habríamos tragado muchos sin darnos cuenta.
Cuando comenzamos a beber no contamos con unos pequeños detalles que serian muy significativos, El Terco jamás había bebido alcohol, Nano es de mala bebida y le da por buscarle peo a todo el mundo cuando está bajo los efectos del alcohol, los demás si habíamos bebido en otras ocasiones sin mayores consecuencias, salvo formar jodederas entre nosotros mismos, El Terco bebía de a grandes tragos, claro, la bebida es muy sabrosa, pero con un efecto de globo, se va llenando y luego revienta, y así mismo ocurrió, varios habíamos llevado rines con nylon y anzuelos para pescar en la orilla, llevamos medio kilo de camarón para usarlo de carnada, estábamos ya bastante prendidos todos (ya el alcohol había hecho efecto en nosotros) estábamos en traje de baños y pescábamos en la orilla, El Terco estaba más que prendido, se tambaleaba cuando caminaba, yo siempre le he tenido mucho aprecio al Terco y hablaba con él, se le trababa la lengua y todos nos reíamos nadie se dio cuenta ni en qué momento El Terco había cagado (defecado) en la orilla de la playa en donde estábamos todos pescando, y por supuesto todos estábamos descalzos.
Playa de Todasana en la actualidad.
Ya nos habíamos tomado dos litros de guarapita de piña y llevábamos la tercera por la mitad, al no estar usando linternas ninguno mientras pescábamos tenía que ocurrir lo que pasó, se escuchó un, coño de la madre, pisé mierda, era Nano para mas colmo, el mas inadaptado y rompe grupo de todos nosotros, fue hasta el agua y comenzó a lavarse el pie, seguía mentando madre y decía miles de groserías, nosotros nos reíamos y decíamos, saliste premiado, seguro que fue alguien que dejó ese regalo ahí en la arena, séllate un cuadro del 5 y 6 o juégate unos terminales para que te ganes unos reales (el 5 y 6 era una apuesta en Venezuela para ganar acertando 5 o 6 caballos ganadores, y los terminales, es un juego de lotería con número del 1 al 00 y se apostaba al terminal que uno creía que iba a salir sorteado).
Yo veo a El Terco riéndose sin parar, y me pareció extraño, me le acerqué y le dije, coño te vas a descoser de la risa, y él seguía riéndose y me dice, es que yo fui el que se cagó ahí, y se reía mas aún, eres una rata le dije, y me reí junto con él, y me dice, eso era para que tuvieran suerte pescando, y seguía riéndose, pero Nano lo había escuchado y se le fue encima como una fiera y le dio un empujón, El Terco cayó sentado en la arena, yo le dije a Nano, coño que te pasa, ¿porque el empujón?, el me dijo, claro guevón como no fuiste tú el que se llenó de mierda lo defiendes, yo le dije, no ves que está bien rascado, y vas a aprovechar para joderlo, espera a mañana que él esté bueno y sano y arreglan su peo, El Terco que es un fósforo se le fue encima y se agarraron los dos cayendo a la arena, como pudimos los separamos y aún ambos seguían buscándose, con mucho esfuerzo logramos calmar la vaina, El Terco estaba bien rascado (ebrio) y me decía, coño por mi madre que lo voy a escoñetar, yo le decía, tranquilo mi pana mañana arreglan ese peo, Nano seguía insultándolo y diciéndole que lo iba a joder.
Ya eran alrededor de las 12 de la noche, no habíamos pescado nada y de paso se prendió ese peo entre ellos dos, recogimos todo y nos fuimos a la carpa nuestra, ahí Nano seguía con el peo, lo insultaba y amenazaba a cada rato, ya El Terco no podía ni con su alma, y lo acostamos en nuestra carpa y se durmió enseguida, no sin antes hablar y decía un poco de vainas que ni se le entendían, a mi me abrazó y me dijo, coño tu eres mi hermano del alma y te quiero que jode, yo lo abracé también y le dije, tranquilo mi pana que mi cariño por ti es igual, nos quedamos arreglando donde íbamos a dormir cada quien, Camilo y Tavo ni se enteraron del peo, nos quedamos a esperar a los del otro grupo que venían en camino, ellos llegaron bien tarde ya que cuando llegaron a punta de mulato no había ningún tipo de transporte, y les tocó conseguir dos taxis que los llevaron hasta la entrada de Los Caracas llegando a las ahí a las 8:30 de la noche y se tuvieron que venir a pie hasta Todasana, llegando allá a las 12:30 de la madrugada, nosotros los estábamos esperando, llegaron todos llenos de tierra y reventados de tanto caminar, pero gracias a que nosotros nos habíamos traído lo más pesado, se les hizo menos complicado el caminar todo ese trayecto.
Al llegar comieron mientras nos contaban toda su travesía, y comenzaron a tomar también, a eso de la una de la madrugada comenzó a llover y se iba haciendo más fuerte cada vez la intensidad de la lluvia, los que habían llegado se tomaron la dos botellas que nos quedaban de la piñita y a eso de la 2 de la madrugada nos acostamos todos, cada grupo en su carpa, la lluvia ya era bien fuerte con relámpagos, truenos, y mucha brisa, al acostarnos nadie se imaginaba que esa noche iba a ser una de las peores noches que todos hubiéramos vivido.
Esta historia continuará.