Pasillos vacíos de una institución educativa, claro indicativo de que las actividades académicas entran en receso. Durante este tiempo no se escucharán las charlas atropelladas de los niños, sus las risas estridentes, a la hora del recreo eso cesarán, solo van quedando los recuerdos de otro año escolar que termina, algunos alcanzaron sus metas y otros no, un grupo de niños dejo atrás su infancia para comenzar otra etapa, mientras los jóvenes se van desprendiendo de su adolescencia para ir entrenándose en lo que será su preparación universitaria o profesional.
Mientras los docentes van soñando con sus días de descanso, que pocos lo lograran, ya que la mayoría
proseguirán con la faena en sus hogares o buscando una actividad extra con la cual lucrarse durante esta temporada, de esta manera incrementar un su finanza, la cual está sujeta a una economía inestable con una inflación que hace de la suya y suele reírse descaradamente ante cada nuevo aumento de sueldo que realizan.
Las vacaciones de ahora no son las mismas de antes, la dinámica ha cambiado en su totalidad, ya no se piensa en paseos al aire libre, en días de playa ni muchos menos visitar a un familiar. Ahora todo gira en torno a cubrir los gastos diarios, en la alimentación, los servicios, las medicinas y la educación. El esparcimiento, aunque necesario, ha quedado relegado a un último lugar, es un lujo que en la actualidad algunos puede costear.
Así van transcurriendo los años pensando que en algún momento todo cambiará por y para el bien de todos, porque la distracción no es un lujo, es una necesidad para que una persona tenga bienestar físico, emocional y mental.
La imagen pertenece a @lanzjoseg
Esta es mi participación para el concurso organizado por @topfivefamily Observa, Piensa, Escribe
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