Quiero compartir la historia de un proyecto deportivo, donde tengo la suerte de ser parte, espero que les guste
American Gods
En 2001 ve la luz, en manos de Neil Gaiman, una novela genial, donde, dioses se debaten la importancia de la Fe, cada deidad, o fuerza superior, campea por imponer su poder entre tantas fuerzas Laica, Odín el Dios del origen, como Neil dice, es un dios de guerra nacido entre las batallas de vikingos milenarios y que, sufre los ataques de los dioses nuevos, Los guerreros del conquistador Emilio son dignos ejemplos de esta versión literaria, ellos son los viejos Dioses, los primeros, lo que iniciaron este empinado camino, y son por respeto la fuerza superior, el tiempo, ese que no perdona, les hizo llegar a su reino de poder, nuevos dioses; hoy, ese dios rojo, volvió y en un swing les recordó quien es el verdadero Dios; quizás un juego no decida nada, o simple grand slam del subestimado Capi, no sea realidad de un Dios aún herido, pero hizo embriagarse a más de uno del vino divino de la ilusión, mañana solo quedarán recuerdos y números fríos en las estadísticas, pero, sin duda, bastó unos segundos para soñar en rojo, y mirar con otros rojos a los guerreros, no todo es rojo, o perfecto, hombres como Alain, y Marlon les toca aportar más, y no solo bate en mano, el gran Mayito necesita encontrar su ritmo, ese que le hace sacar más de un susto a cualquier mortal rival, los Vidot, los Capi, y los Cristian tienen que, por obligación mantener a distancia el contrario en cuanto a números en la pizarra; Los rojos son los campeones de la Peña y eso nadie lo duda, sus últimos 12 juegos del torneo pasado ya están en la historia, pero hoy, les toca hacer el futuro, despojarse de toda gloria, hoy extrañe al Reymi motivador, y eso también hace falta, quizas una gaviota no hace verano, pero un grand slam hace soñar.... suerte guerreros de Odín, ustedes son los únicos dioses, pero, por desgracia la Fe se gana en el terreno y, en tiempos Laicos, demostrar su poder es lo único que los salvara del olvido... gracias Capi... gracias peña