¿Quién diría que en medio de la ciudad pudiéramos encontrar un rincón tan mágico? Nuestra reciente visita al restaurante Ekari escondido en las colinas de Guataparo fue toda una sorpresa.
El lugar está rodeado de montañas y una exuberante vegetación, este pequeño oasis nos ofreció un escape perfecto de la rutina, además que respiramos aire bien fresco. Al llegar, nos encontramos con un ambiente acogedor y una vista llena de verdor natural que nos dejó sin aliento. La experiencia culinaria fue igualmente placentera. Optamos por dos platos de pasta: uno, una deliciosa combinación de mar y tierra, y el otro, una cremosa opción con tocineta.
Pero la verdadera magia de este lugar se encontraba más allá de la comida. La naturaleza que estaba alrededor que era simplemente espectacular. Los verdes intensos de la vegetación creaban un cuadro perfecto, que mejoró mucho más porque comenzó a llover durante nuestra visita. El sonido de las gotas golpeando las hojas y el aroma de la tierra húmeda completaron la experiencia sensorial.
Aunque confieso que después de compartir en el lugar pensamos que no repetiríamos, pero la aventura de encontrarlo y disfrutar de ese entorno natural fue inolvidable. Es una muestra de que a veces, los mejores descubrimientos se esconden en los lugares más inesperados. Así que, la próxima vez que te sientas atrapado en la rutina, no dudes en explorar tu ciudad y dejarte sorprender por los rincones que aún no conoces. ¡Quién sabe qué tesoros puedes encontrar!
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Who knew that in the middle of the city we could find such a magical corner? Our recent visit to the Ekari restaurant hidden in the hills of Guataparo was quite a surprise.
The place is surrounded by mountains and lush vegetation, this little oasis offered us a perfect escape from the routine, plus we breathed fresh air. Upon arrival, we found a cozy atmosphere and a view full of natural greenery that took our breath away. The dining experience was equally pleasurable. We opted for two pasta dishes: one, a delicious combination of sea and land, and the other, a creamy option with bacon.
But the real magic of this place was beyond the food. The surrounding nature was simply spectacular. The intense greens of the vegetation created a perfect picture, made all the better because it started to rain during our visit. The sound of the drops hitting the leaves and the aroma of the damp earth completed the sensory experience.
Although I confess that after sharing in the place we thought we would not repeat, but the adventure of finding it and enjoying that natural environment was unforgettable. It is a sign that sometimes the best discoveries are hidden in the most unexpected places. So, the next time you feel stuck in a routine, don't hesitate to explore your city and let yourself be surprised by the corners you don't know yet. Who knows what treasures you may find!
Las fotos y contenido aquí compartido con ustedes son de mi autoría. Las fotos fueron tomadas con mi teléfono Redmi Xiaomi 9. Y la traducción al inglés fue realizada con DeepL
The photos and content here shared with you are my authorship. The photos were taken with my Redmi Xiaomi 9 phone. And the English translation was done with DeepL.
