Memorias melódicas
Me encontré con canciones que no escuchaba hace tiempo.
Me dejé llevar una vez más por las melodías,
y seguí cabalgando a su mismo ritmo
tendido y hundiéndome en las letras hasta perderme
o, tal vez, encontrarme de nuevo en ellas.
Me fundía en las potentes vibraciones sin reservas
y terminé reviviendo encantadores momentos
que hasta entonces estaban dormidos en mi memoria.
Volví a pasearme con sosiego por esa época radiante
en la que decidí aprender a tocar algún instrumento.
Regresé a esos años en los que entendía tan poco
que no llegaba a entender ni mi propia naturaleza.
Estuve de nuevo en la fresca noche de un jueves
cuando me emocioné al descubrír por primera vez
una de mis canciones favoritas.
Me sentí incrédulo mientras volvía a cantar el estribillo
tocando apasionadamente un bajo invisible, reposando en mi cama abrazado por la noche.
«¿En verdad han pasado más de diez años?»…
Equivalente
Te amaré como nadie ha llegado a amar nunca.
Te amaré, te amo ahora, y voy a recordártelo cada día
porque no puedo tolerar guardar tanto amor sin expresarlo.
Te amaré por como eres, y todo lo que eres,
sin excluir un cabello ni tu más oscuro pensamiento.
Te amaré con insistencia, sin darte tregua,
mientras sigas correspondiendo mis besos
renovando mi permiso para habitar en tu cuerpo.
Te amaré mientras respire y pueda mirarte,
e incluso si desapareciera mi forma física
seguiría siendo una masa de puro amor en tu nombre.
Te amaré con una potencia de dimensiones cósmicas
que pueda colmarte en cada noche y cada mañana
haciendo de cada beso como una explosión atómica.
Te amaré para siempre, de forma inmensurable,
de la misma forma increíble en la que tú me amas.
Sin palabras
No hace falta ninguna palabra.
Con tu mirada me basta para saber
que me amas más de lo que podría imaginar.
En los bosques de tus sentimientos
la niebla de tu silencio opaca todo el paisaje.
Lo intentas, a pesar de todo, y no logras nada.
Pero es que no puedes expresarlo
porque tu amor es tan grande,
tan puro, tan extraordinario;
que resulta totalmente inenarrable.
Cereales
Tú, frente a mí, en todo tu esplendor.
Dos tazas de cereal en la mesa,
oscuridad y música para el encuentro.
No hay prisa, no hay pensamientos,
no hay más que tu presencia
y la alegría que representa.
Puedo imaginar ese escenario
cada día de mi existencia
y sé que siempre sería perfecto.
Alimentos para alma y cuerpo
renovando todas mis fuerzas.
