Todo había culminado en un ambiente de tragedia, mis lágrimas esperaban ser disparadas por el impulso que me causaba la melancolía. Han pasado ya horas desde que supe el terrible mal que Alicia poseía en su cuerpo. Aquellos capullos eran como ojos que me miraban detenidamente y sin pupila. Sentía que mi vida se vertía en una vasija de desesperanza tan solo con ver el fatídico estado de mi esposa.
El doctor Martínez, después de contarme la horrible historia que vivió con este mismo mal, quedó pasmado sentado en el sillón junto a la cama; miraba a Alicia con detenimiento y dicho rostro era otra causa de mi preocupación. Después de lo que el doctor me contó lo que hizo con su compañera, temía que fuese a hacer lo mismo con mi esposa; al parecer, yo debía ser el precursor de una nueva solución.
—¡Doctor! —Le hablé preocupado.
El doctor voltea hacia mí con los ojos bien abiertos, como si hubiese despertado de una parálisis o de un trance. Podía concebir turbiamente lo que ese psicópata se estaba imaginando, pero decidí no mencionar nada, hasta ver un movimiento sospechoso.
—¿Sí? Dime hijo. —Me respondió con voz serena pero desperdiciando mucho aliento, como ocultando su agitación.
—Después de ese día, cuando incineraron a su compañera, ¿qué hicieron?
Mi pregunta fue una incisión a sus intenciones, quería indagar un poco más sobre lo que ocurrió después y que si ellos, tuvieron la iniciativa de averiguar una segunda solución efectiva.
—Bueno hijo… después de incinerar el cadáver lo que hicimos fue ir por la colmena, la cual, también destruimos con una llamarada. Pensamos que habíamos acabado con todas las avispas, pero ya veo que no fue así.
Al terminar su oración el doctor nuevamente volvió su mirada a Alicia de manera fija y terrorífica. Confirmé que tenía intenciones de incinerarla ahí mismo, en su cama, y me iba a hacer ver como las llamas consumían a mi esposa. Imaginé lo peor en todo momento, por lo tanto, no iba a permitir que ese loco le pusiese una mano encima.
—¡Levántese de ahí y aléjese de la cama! —Le dije al doctor de manera desafiante y tomando un pequeño bisturí que se encontraba en la gaveta de la mesita de noche junto a la cama, lo señalé y me fui acercando lentamente.
Everything had culminated in an atmosphere of tragedy, my tears waiting to be triggered by the impulse that melancholy caused me. Hours had passed since I learned of the terrible evil that Alicia possessed in her body. Those cocoons were like eyes that looked at me closely and without a pupil. I felt that my life was being poured into a vessel of despair just by seeing my wife's fateful state.
Dr. Martinez, after telling me the horrible story he lived with this same illness, was stunned sitting on the couch next to the bed; he looked at Alicia carefully and that face was another cause of my concern. After what the doctor told me about what he did with his partner, I was afraid that he was going to do the same with my wife.
—Doctor! —I spoke to him with concern.
The doctor turned to me with his eyes wide open, as if he had awakened from paralysis or from a trance. I could conceive dimly what this psychopath was imagining, but I decided not to mention anything until I saw a suspicious movement.
—Yes? —I don't know. Tell me, son. —He answered me with a calm voice but wasting a lot of breath, as if hiding his agitation.
—After that day, when they cremated his partner, what did they do? —I don't know.
My question was an incitement to their intentions, I wanted to find out a little more about what happened next and whether they had the initiative to find a second effective solution.
—Well, son, after the burning of the body we went to the beehive, which we also destroyed with a flare. We thought we had finished with all the wasps, but I see that we didn't.
When he finished his sentence the doctor again turned his gaze to Alice in a terrifying way. I confirmed that I intended to cremate her right there in her bed, and I was going to make myself watch as the flames consumed my wife. I imagined the worst at all times, so I was not going to let that madman lay a hand on her.
—Get up from there and get away from the bed! —I said defiantly to the doctor, and taking a small scalpel from the bedside cabinet drawer I pointed to it and slowly moved closer.
El doctor se levantó con las manos en alto en modo de tranquilizar las cosas, y a medida que yo me fui acercando él se fue alejando.
—Tranquilo hijo, por favor, baja eso o me vas a lastimar. —Dijo el doctor con la voz quebrada y los globos oculares completamente dilatados.
—¡Cállese! Conozco sus intenciones y le digo que no lo voy a permitir, ¡no voy a dejar que toque a mi esposa!
—Hijo… por favor… no sabes la gravedad de la situación, ¡tu esposa está muerta! Lo que tienes ante ti es a un ser simbiótico que su único objetivo es permitir que esos huevecillos prevalezcan hasta nacer. ¡Por favor! ¡Debes ayudarme a que este mal no se libere al mundo!
—¡No! —Contesté furioso y sosteniendo el bisturí con más fuerza— ¡Usted no le va a colocar un dedo encima! Sé que solo quiere incinerarla porque es la solución más fácil, no fueron capaces entre usted y sus colegas buscar otra solución, una que salvara la vida de su compañera; pues le diré algo, ¡o se sienta ahí y me ayuda a pensar en salvar a Alicia o voy a cortarle el cuello hasta que muera desangrado!
—No creo que seas capaz de hacerlo.
—¿Usted cree? Póngame a prueba.
Sabía que las cosas se habían precipitado a un descontrol fatal, pero no podía permitir que ese hombre aniquilara la vida de Alicia de una manera tan brutal. Dentro de mí sabía que había una manera de salvarla, no estaba en mis ideas perder a mi amada para siempre. ¿Salvar a la humanidad? ¿De qué serviría si no podía salvar la vida de Alicia?
En ese corto receso de confrontación entre el doctor y yo, estuvimos en silencio y nos miramos fijamente, hasta que, y de repente, escuché sonidos que provenían de la cama. Alicia comenzó a levantarse hasta colocarse completamente erguida. El doctor y yo nos quedamos pasmados observándola y momentáneamente, ella comenzó a exhalar gritos estruendosamente agudos y luego huyó por la puerta de la habitación.
—¡Hay que detenerla! ¡Se va a ir del apartamento!
—¡Usted no se mueva y quédese aquí!
El doctor dio unos pasos hacia atrás y yo inmediatamente fui detrás de Alicia. En mi mente comenzaron a surgir muchas cosas, pensamientos abominables sobre lo que pasaría a continuación. Busqué a Alicia por todas partes, pero para mí espanto, vi que la puerta de entrada estaba abierta. Allí mi corazón se aceleró con extrema preocupación, y fue cuando el doctor apareció de repente a mis espaldas.
—¡Muchacho insensato! ¿Te das cuenta de lo que has hecho?
Continuará...
The doctor stood up with his hands up in order to calm things down, and as I got closer he moved away.
—Quiet, son, please put that down or you'll hurt me. —said the doctor, his voice broken and his eyeballs completely dilated.
—Shut up! I know your intentions and I'm telling you I won't allow it, I won't let you touch my wife!
—Son... please... you don't know the gravity of the situation, your wife is dead! What you have before you is a symbiotic being whose only purpose is to allow those little eggs to prevail until they are born. Please! You must help me so that this evil is not released into the world!
—No! —I answered angrily, holding the scalpel more tightly—You're not going to lay a finger on it! I know you just want to burn her because it's the easiest solution, you weren't able to find another solution between you and your colleagues, one that would save your partner's life, well I'll tell you what, either you sit there and help me think about saving Alice or I'm going to cut her throat until she bleeds to death!
-I don't think you'll be able to do that.
—You think? Try me.
I knew that things had got out of hand in a fatal way, but I couldn't allow that man to annihilate Alicia's life in such a brutal way. I knew in my heart that there was a way to save her, it was not in my mind to lose my beloved forever. Save humanity? What good would it do if I could not save Alice's life?
In that short break of confrontation between the doctor and I, we were silent and stared at each other, until, suddenly, I heard sounds coming from the bed. Alicia started to get up and stand completely upright. The doctor and I were stunned as we watched her, and momentarily she began to let out loud, high-pitched screams and then fled out the door.
—She must be stopped! —She is going to leave the apartment!
—You don't move and you stay here!
The doctor took a few steps backwards and I immediately went after Alice. In my mind many things began to arise, abominable thoughts about what would happen next. I looked everywhere for Alice, but to my horror I saw that the front door was open. There my heart raced with extreme concern, and that's when the doctor suddenly appeared behind my back.
—You foolish boy! -Do you realize what you have done?
To be continued...