La Teoría de las Ventanas Rotas

En mis primeras etapas de adolescencia, recuerdo un verano en el que me juntaba con unos amigos y compañeros de escuela para pasar aquellas tardes calurosas de las vacaciones estivales. Nos reuníamos por la parte trasera de la estación del ferrocarril, junto a unas vías muertas y allí pasábamos las horas, hablando de nuestras cosas y colocando chapas de refrescos sobre los railes para que las ruedas del tren las aplastara a su paso.

En esa zona se encontraba una gran nave industrial con unas pequeñas ventanas de cristal grueso situadas en la segunda planta. Cierto día uno de mis amigos tuvo la ocurrencia de tirar piedras para intentar romper uno de los cristales.
A pesar de que intentamos disuadirle, ya que pensábamos que esa acción podría ocasionarnos un disgusto, continuó con su idea y se dedicó al lanzamiento de pequeñas piedrecitas; dado el grosor de los cristales, cada vez tuvo que emplear piedras de mayor tamaño hasta que finalmente consiguió su objetivo.
Salimos corriendo como alma que lleva al diablo ante la incertidumbre de que alguien de la nave pudiera salir, o bien avisara a la policía.

A los pocos días regresamos y allí estaba la ventana rota, sin que nadie la hubiera cambiado. Mi amigo se animó a intentar romper otra ventana, pero en esta ocasión otro de los miembros del grupo también le secundó; a los pocos días todos nos habíamos sumado a la vandálica acción y prácticamente todas las ventanas de la nave estaban rotas.

Esta introducción sirve para plantear una de las teorías psicológicas más importantes formuladas en el siglo XX que sirve para dar una explicación a los actos de gamberrismo, vandalismo, violencia y delincuencia callejera. También explicaré como gracias a esta teoría, los índices de delincuencia en la ciudad de Nueva York llegaron a disminuir hasta unos límites insospechados.

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En los años 60, un psicólogo americano llamado Philip Zimbardo, alarmado por la cantidad de actos vandálicos y de delincuencia existentes en Nueva York, decidió poner en marcha un experimento que pudiera explicar el comportamiento humano en la realización de estos hechos.

Para su experimento colocó 2 automóviles sin placas de matrículas y con el capó abierto en 2 zonas muy diferenciadas: una era el Bronx de Nueva York, posiblemente el barrio más conflictivo y con mayor índice de delincuencia de la ciudad; el otro en una zona universitaria de nivel alto en Paso Alto, California.

Zimbardo se dedicó junto a su equipo a estudiar y analizar la conducta de las personas ante la aparición de un vehículo en dichas condiciones. Ni que decir tiene que en el Bronx el automóvil fue completamente desvalijado y destrozado en apenas 3 días.

En cambio el automóvil de Paso Alto no había sufrido ningún acto vandálico. Entonces Zimbardo decidió que alguien de su equipo golpeara el vehículo y rompiera una de las ventana; ante este hecho la situación dio un giro radical de 180 grados y en pocas horas se repitieron los mismo actos de gamberrismo ocurridos en el Bronx, pero en este caso en una zona de habitantes supuestamente alejada de la marginalidad.

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Este experimento sirvió de base para que posteriormente, en los años 80 se formulara la "Teoría de las Ventanas Rotas", también conocida como la "Teoría de los Cristales Rotos".

Según esta teoría pequeños actos de vandalismo, a priori actos delictivos menores como puede ser romper los cristales de una nave, dibujar graffitis en paredes o bien orinar en el metro o en las vías públicas, atraen nuevos actos del mismo tipo o similares por parte de determinadas personas que perciben una aparente impunidad ante estos hechos.

Conforme estos actos aumentan, la percepción de deterioro general por parte del resto de la sociedad también aumenta, produciéndose a su vez un rechazo hacia esas conductas consideradas antisociales; esto lleva a la aparición de la marginalidad y al clasismo social, que a su vez provocan un aumento de la criminalidad en delitos cada vez más graves.

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Los graffitis del metro de Nueva York en los 70 y los 80 24.jpg

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Se trataría de un efecto en cadena, como una bola de nieve que cada vez se va haciendo más grande hasta llegar a situaciones extremas como las que se vivían en una ciudad como Nueva York en los años 60 y 70, con un altísimo índice delictivo y con barrios absolutamente marginales y deteriorados como el Bronx.

La "Teoría de las Ventanas Rotas" defiende que, poniéndole remedio a aquellos pequeños actos delictivos iniciales, se puede prevenir una posterior escalada de los mismos, y que estos finalmente deriven en actos delictivos más graves. Por ejemplo, reparando las ventanas rotas, borrando los graffitis o limpiando las calles, se evitará que otras personas realicen los mismos actos y que pueda aparecer la marginalidad. Así mismo esto derivará en un mejor control de los delitos más graves.

Las bases de esta teoría fueron aplicadas a partir del año 1984 en la ciudad de Nueva York bajo la premisa de una política de tolerancia cero. Se incrementaron las tareas de limpieza diaria, recogida de basuras, borrado de graffitis, arreglo de calles, persecución de las personas que no pagaban el servicio público de transporte o se orinaban en la calle, sanción por el consumo de bebidas alcohólicas en la calle, control del pago de pequeñas multas, nuevas políticas de ayudas sociales y ayuda a la drogadicción…

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Una batería de medidas se fueron desarrollando durante años consiguiendo unos resultados espectaculares, reduciendo al mínimo los llamados actos vandálicos e incluso reduciendo a la mitad la tasa de homicidios y asesinatos.

En un periodo de 20 años el índice delictivo general se redujo en un 80 % y para el año 2007 Nueva York se había convertido en la ciudad más segura de todo Estados Unidos. De hecho hoy en día incluso el Bronx ha pegado un cambio radical; exceptuando en alguna pequeña zona que todavía continua siendo marginal, por el resto del barrio se puede transitar tranquilamente y sin peligro.

Por supuesto la "Teoría de las Ventanas Rotas" tiene sus detractores que afirman que el descenso tan drástico de la delincuencia en Nueva York no se debe exclusivamente a la política de tolerancia cero sino que existen muchos más factores complejos y determinantes; así mismo se critica que esta política, aunque tiene aspectos positivos también supone perseguir, estigmatizar y excluir todavía más a ciertos sectores sociales.

La "Teoría de las Ventanas Rotas"es hoy en día conocida y tomada en cuenta en muchísimas ciudades del mundo; así que no te extrañes si cuando veas un nuevo graffiti en cualquier muro de tu ciudad, a los pocos días aparezca una brigada de limpieza del ayuntamiento para eliminarlo.

Fuentes:
https://es.gizmodo.com/como-nueva-york-consiguio-reducir-el-crimen-durante-10-1791817118
https://www.lanacion.com.ar/1086881-nueva-york-del-caos-a-la-tolerancia-cero
https://elpais.com/diario/2004/10/18/catalunya/1098061644_850215.html
https://www.laescenadelcrimen.com/crimen/teoria_ventanas_rotas/

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