Primero debemos conocer que anorexia es un trastorno alimenticio, significa ausencia de apetito. Esta es la tercera enfermedad crónica que más afecta a las mujeres adolescentes.
¿De qué trata?
Este es un síntoma muy fuerte y siempre presente en jóvenes los cuales le tienen temor a la ganancia de peso, además, suelen sufrir de una distorsión de su imagen, generalmente se altera su percepción del tamaño corporal, más que todo en cara, torso y abdomen.
Esta disminución del apetito va acompañado (en personas hiperactivas) del incremento de actividades físicas para quemar más cantidad de calorías. En personas que no presenten esta condición, el no alimentarse causará todo lo contrario, debilidad, cansancio, sueño, etc.
Generalmente la dieta que siguen mantiene al mínimo la ingesta de carbohidratos, grasas y azucares.
Algunas personas disfrutan preparando platos de comida para los demás o comen a escondidas, posterior a ello, se inducen al vomito, uso de laxantes o diuréticos.
¿Qué criterios tener en cuenta para sospechar anorexia?
• Negarse a poseer un peso mínimo adecuado para su talla/peso según su edad.
• Temor exagerado a la ganancia de peso.
• Alteración de la percepción de su tamaño corporal.
• Ausencia de por lo menos 3 ciclos menstruales o presentar disminución marcada del sangrado en su menstruación.
¿Qué tipos de anorexia nerviosa podemos encontrar?
1. Anorexia restrictiva.
En ella la persona se limita en la ingesta de alimentos. No realiza comelonas ni se purga (uso de laxantes, vomito, diuréticos o enemas).
2. Anorexia purgativa.
El individuo se limita en la ingesta de alimentos, sin embargo realiza comelonas y posteriormente se purga con el uso de laxantes, inducción al vomito, diuréticos o uso de enemas.
¿Qué complicaciones podemos ver?
Se van a clasificar en 3 tipos:
1. Secundarias a la desnutrición calórica y proteica.
Una disminución de la ingesta de alimentos disminuye los elementos necesarios por los sistemas del organismo para su adecuado funcionamiento. Entre algunas de las fallas que pueden ocurrir tenemos: arritmias por disminución de potasio, convulsiones por disminución de sodio, etc.
2. Precipitadas por la realimentación.
Al tratar a una persona desnutrida, se debe ir aumentando la ingesta de alimentos paulatinamente ya que el organismo ha perdido la capacidad de metabolizar grandes cantidades de elementos. Si ocurren aumentos en sangre de potasio, fosforo y magnesio, se puede generar una insuficiencia cardiaca y respiratoria, alteración neuromuscular y hematológica.
3. Por consecuencia de vómitos.
Sabiendo que en el estomago se produce acido clorhídrico el cual se encarga de la digestión de los alimentos, la inducir el vomito, este se expulsa por el tracto digestivo superior lesionando las paredes del esófago, faringe y mucosa de la boca. Como consecuencia puede generar esofagitis, pirosis y rotura esofágica.
Si sospecha que algún familiar padece de este trastorno alimenticio, acuda con él a un medico. Mientras más pronto sea el diagnostico, más rápidos y mejores serán los resultados.
Mari.
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Bibliografía:
Harrison Principios de Medicina Interna 18a Edición.
Farreras Rozman Medicina Interna 17ª Edición.
Imágenes:
Google Imágenes ‘‘etiquetadas para reutilización’’, fuente: Wikimedia Commons.