Morrocoy “Un rosario de joyas coralinas en las costas de Falcón” 100 maravillas de Venezuela

El Parque Nacional Morrocoy, ubicado al sureste del estado Falcón, alberga uno de los ambientes naturales más hermosos de la costa venezolana. De frente al mar, y en la zona marina, está formado por un rosario de islotes y cayos, lagunas, playas, y bajos forrados de bosques espesos de manglar, arenas blancas, aguas cristalinas y frentes arrecifales de coral. En tierra firme se destaca el cerro Chichiriviche, que se levanta a 285 msnm.  

Con un desarrollo cada vez más floreciente en construcciones hoteleras y posadas turísticas, los pueblos de Tucacas y Chichiriviche, contiguos al parque, suelen albergar a los temporadistas que se dirigen a los cayos y las playas de este magnífico escenario natural.

Los fines de semana y en temporada de vacaciones o días feriados, Morrocoy se convierte en un hervidero de gente. Los temporadistas portando cavas, bolsos, sombrillas y sillas de playa se concentran en los puertos del parque esperando a los peñeros que los llevaran a las playas. En las marinas, las embarcaciones parten hacia diversos destinos. Los cayos se llenan de gente y en algunas oportunidades se permite la pernocta. Sin embargo, algunas zonas tienden a permanecer prácticamente solitarias pero igualmente hermosas. 

Los diversos cayos, de frente al mar, contienen una gran barrera coralina que atenúa el ataque de las olas oceánicas y permite la tranquilidad de las aguas marinas en la parte interna de la costa. Manglares, cocoteros, playas de arena blanquísima y aguas cálidas bordean los cayos Borracho, Punta Gorda, Sal, Los Muertos y Peraza, además de los cayos Pelón, Sombrero, Pescadores, Playuela y Playuelita, Boca Seca, Ánimas, Suanchez y Punta Brava, entre otros.   

Son tres los ambientes marinos y costeros más prominentes del parque. Como paso de los ambientes terrestres al mar, un denso bosque de manglares circunda muchas de las cosas internas. De todas las especies de mangle del parque, el mangle rojo (Rhizophora mangle) es la que se ubica en la frontera entre mar y  tierra. Su importancia es primordial como elemento de asentamiento y creación de nuevas planicies terrestres, ganando tierra al mar al favorecer el depósito de sedimentos entre sus raíces. Estas raíces sostienen los árboles en un enmarañado conjunto que permite también la creación de innumerables microambientes para el desove y resguardo de muchas especies de invertebrados y vertebrados marinos. En las zonas de aguas calmas que se encuentran entre los cayos y la costa, el ambiente de las praderas sumergidas de pastos marinos (Thalassia testudinum) se extiende a todo lo ancho y largo, permitiendo abrigo a varias especies de peces e invertebrados, y suele ser alimento muy apetecido por la tortuga verde (Chelonia mydas). 

Pero sin dudas es el ambiente arrecifal, con sus playas coralinas, el que atrae principalmente el interés del visitante. Las formaciones de corales pétreos suelen conformar una plataforma en la que se extiende una zona lagunar de aguas calmas, cristalinas y poco profundas. De cara al mar, el frente del arrecife mantiene el ímpetu de las olas alejadas de las playas y lagunas marinas, con un talud ferviente de vida y de complejidad de formas vivientes que atrae a numerosos buceadores.

Las cálidas aguas marinas y las formaciones coralinas del Parque Nacional Morrocoy nos regalan a diario el placer del disfrute tropical en su más amplio sentido, enmarcado en uno de los ambientes más hermosos y representativos de las costas del mar Caribe.   

Bibliografía  

100 Maravillas de Venezuela, editorial Cordillera de los Andes, S.A. de C.V.    

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