Cuando los seres humanos se aventuran en el mundo de la paternidad, deben contar con ciertos conocimientos acerca de situaciones que serán importantes, e incluso determinantes, en las vidas de sus hijos. Si bien es cierto que no existe un manual para ser padres, visitar con frecuencia al pediatra es un instrumento de provecho, pues de él obtendrán información esencial que les permitirá brindar los mejores cuidados a nuestros pequeños.

Una de los motivos de consulta más frecuentes en el área de urgencias pediátricas son las CONVULSIONES FEBRILES, y no es para menos. Aunque en la mayoría de los casos llegan a la consulta cuando ya ha cesado la crisis convulsiva, ocasionalmente podrían representar una situación que compromete la vida del paciente como en el caso de las crisis prolongadas (status convulsivos).

Para los padres, sus hijos son el tesoro más preciado, y verlos en un estado de inconciencia acompañada de movimientos corporales involuntarios que suelen resultar impresionantes despierta en ellos la angustia. Como es lógico, surgen muchas preguntan en muy poco tiempo pero lo primordial es acudir en seguida se sale de casa a toda prisa en busca de ayuda médica.

En este post quiero brindarles un poco de información acerca de esta situación tan común en la infancia, pero lo más importante CóMO PREVENIRLAS, porque de nada nos vale saber manejarla (¡válido para cualquier otro echo de la vida!) si no actuamos para evitar que se presente nuevamente, y de este modo beneficiamos a nuestros niños.

Es un episodio convulsivo benigno que se presenta de manera ocasional acompañado de fiebre, EN NIÑOS QUE NO HAN CONVULSIONADO ANTES EN AUSENCIA DE FIEBRE, INFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL (p.e. Meningitis) NI SON PORTADORES DE ALGÚN DESORDEN METABÓLICO (p. e. trastornos en el metabolismo del sodio) o VICTIMAS DE TOXICOS (p. e. alcool, drogas).

Aunque no se conoce la causa exacta del por qué la fiebre genera convulsiones como respuesta, existen una serie de factores que determinan el hecho. Uno de los más relevantes es la inmadurez de los mecanismos corporales que se activan para regular la temperatura del cuerpo, así como la falta de maduración neuronal durante estas edades de la vida. Asimismo, el hecho de que exista la historia de casos en la familia, bien sea por hermanos o padres, el riesgo de que el pequeño también se vea afectado es mayor.

La mayoría de los niños afectados tienen edades que oscilan ENTRE LOS 6 MESES Y LOS 5 AÑOS, con un PICO entre los 18 MESES Y LOS 2 AÑOS, siendo más frecuente en los varones que en las niñas, aunque en menores de 1 año prevalece en el sexo femenino.

Como ya se mencionó, la aparición de la crisis se acompaña de fiebre, por tanto lo que debemos evitar es que nuestro niño mantenga elevada la temperatura en caso de que la esté presentando, bien sea porque está pasando por una gripe común o está siendo afectado por otra enfermedad. El manejo de la temperatura es tremendamente importante, amigos, sobre todo en las edades más susceptibles a la convulsión febril. Si tu hijo está "apagadito" o sientes que su piel está caliente: BUSCA UN TERMÓMETRO! Si el resultado es 38,5°C o más: tu bebe tiene fiebre. En ese momento es importante ADMINISTRAR ANTIPIRÉTICOS, tipo Acetaminofen o Diclofenac Potásico, y obviamente la dosis de estos medicamentos varían de acuerdo al peso de cada niño, he ahí la importancia de tener un buen vínculo con el pediatra, porque siempre nos enseñarán un método fácil para aprender a calcular estas dosis.

Si no se cuenta con un termómetro podemos valernos de MEDIOS FÍSICOS, es decir baños con agua a temperatura ambiente, compresas húmedas en la frente, abdomen y espalda del niño, pero ¿por qué no? siempre que se cuente o no con este instrumento podemos combinar la administración del medicamento con la aplicación de medios físicos para disminuir de modo más rápido la temperatura de nuestro pequeño.

De este modo podemos prevenir la aparición de las convulsiones febriles. Como último consejo, a pesar de que la temperatura de su hijo disminuya no duden en consultar a un médico para que lo valore personalmente y halle la causa de la fiebre, o realice los estudios que considere pertinente(no olviden que cada persona es diferente, y lo que les he dicho es información general) para así darle tratamiento y acabar con el asunto.

Bueno, queridos amigos de Steemit, esto fue todo por el momento. Como siempre, espero que lo que traigo para ustedes sea de su agrado, y en este caso particular de mucha utilidad. Recuerden que nuestros niños son un tesoro invaluable y debemos velar por su salud.

Gracias por tomar parte de su tiempo para leerme. ¡Un abrazo a todos desde mi hermoso país, Venezuela!