#concursomimusa; Dormida en el Helicón

*_En el o desde el Helicón, tacho_*. Así no puede comenzar un escrito. Nota*: un escrito no debe comenzar con una preposición. De repente, comienza a extenderse un silencio. No hay nada, todo ha quedado en blanco. Me pregunto: ¿Qué pasa, qué pasa?, ¿Musas en dónde están?, ¿ayúdenme a terminar este escrito? ¡No te vayas ahora!, ¡justo ahora no!

Comienzo a dar vueltas. Busco aquí y allá. Llego hasta el Helicón y me encuentro con algo escalofriante: botellas y vasos tirados. El jardín de las Hespérides está lleno de basura, sus manzanas a medio comer. ¿Apolo, qué pasa? Comienzo a gritar. Llamo a seguridad reportando el secuestro, pero no me hacen caso, me toman por loca.

De repente, empiezo a escuchar nuevamente. Oigo voces, murmullos, alboroto. Corro de un lado al otro hasta dar con esas voces y lo que veo me abruma, me desconcierta:

Mis Musas están bailando al son de Dura de Dadde Yankee: Euterpe toca la flauta, Thalía, Calíope, Polimnia, Erato corean: “cuando yo la vi… Tú eres la máquina, la máquina de baile. Si no tiene a nadie vente…”, y siguen a Terpsícore en la coreografía.

Fuente: Hércules

Les pregunto, sino me ayudarán y me dicen: relax, me llaman la atención porque les he exigido mucho, que debo tomarme las cosas des pa ci to. Melpómene se apiada de mí y me dice: toma lápiz, papel y apunta: “Y la cosa suena ¡Ra! Scooby Doo pa, pa”. Tiro todo y salgo corriendo. Estas Musas han robado el licor de Dionisios.

Bajo corriendo del Helicón y escucho en las notas de la cítara de Apolo: “no eres tú, no eres tú, soy yo, no te quiero hacer sufrir, es mejor olvidarlo y dejarlo así, échame la culpa”. Lo dejo a él y a mis Musas a lo lejos riendo y cantando.

Derrotada llego a casa y encuentro a Clío y a Urania sentadas viendo Alienígenas ancestrales por History Channels.