Palomitas de maíz y el cine | Origen de esta costumbre

Las "cotufas" como se les llama en Venezuela, mejor conocidas mundialmente como "palomitas de maíz", son un alimento inseparable de las salas de cine. Forma parte de esas cosas que crecemos y nos acostumbramos a que siempre sean así y si vamos al cine y no hay "palomitas de maíz" sentimos que falta algo. 

Pero, ¿de dónde nace esa unión?, ¿por qué las cotufas se convirtieron en una tradición para ir al cine?, bueno eso es parte de lo que me gustaría hablar hoy, porque siempre es bueno saber acerca de esas cosas que la mayoría ignoramos pero están presente día a día en nuestras vidas, o ¿no es el olor a cotufas con mantequilla un olor que mentalmente te teletransporta a una sala de cine?, yo sé que si y a mi también me pasa. 

Todo empieza en los años 20 cuando el cine era un espectáculo solo para las clases altas de los Estados Unidos, cuando los cines estaban decorados como los teatros de la época, con sus elegantes lámparas y alfombras lujosas, tanto era el cuidado que se le daba a esos espacios que no se le permitía a nadie ingresar con comida al cine, por lo tanto la gente tenia que calmar su hambre afuera para luego entrar y disfrutar de la función. Entonces como todo en la historia ocurre un detonante fundamental que le da paso a grandes sucesos históricos, en este caso el detonante fue la inclusión del sonido a los cines, lo que permitía que no solo puedan entrar personas que supieran leer y por lo tanto el cine termina popularizándose aún más, y es que resulta que ya era de gran popularidad porque era uno de los pocos sitios de entretenimiento para la población estadounidense en el período de la gran depresión.

Introducción de las palomitas de maíz en el cine 

Con las funciones tan largas de casi dos horas, las personas necesitaban algo con que calmar su apetito y que fuese accesible para ese entonces donde la popblación sufría la gran depresión que afectó a la economía estadounidense. Fue entonces, según recopilaciones históricas que señalan a que fue en Missouri donde una mujer, Julian Braden con vistas al futuro decidió colocar un puesto de palomitas de maíz en el Linwood theater, con la autorización de sus dueños. Ella aprovechó el recurso más abundante para ese entonces, el maíz. 

Julian Branden consiguió popularizar a las palomitas de maíz en las salas de cine y ya para 1931 había conseguido montar cuatro puestos más en cuatro cines distintos, consiguiendo aproximadamente 14.000 dólares que para ese momento era una gran cantidad. Tanto fue la fama que alcanzó este negocio que luego los dueños de los cines desplazaron a Julian para ellos mismos montar sus puestos de palomitas en sus cines y obtener todos los beneficios que luego aumentaron porque se agregaron más variedad de snacks para el público.

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Esta matrimonio entre el cine y las cotufas o palomitas de maíz se terminó de consolidar durante la II guerra mundial, debido a la escasez de azúcar que hubo ésta fue racionada lo que limitó a los fabricantes de golosinas y por lo tanto las palomitas de maíz se de consolidaron como el snack con mayor demanda. Y hasta el sol de hoy sigue siendo la primera opción a la hora de visitar un cine. 

Espero les haya gustado esta interesante historia y nos veremos en una próxima ocasión. Un abrazo. 

Artículo consultado: Directo al paladar

  


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