Comunicación en una relación de subordinación [empleado-empleador]

Ahora mismo puedo darme cuenta de una situación que pude haber manejado de una forma diferente en mi anterior trabajo. En ese entonces tenía altos niveles de estrés, lo que quizás influía en mi pensamiento poco claro. No voy a decir que tomé decisiones desde lo visceral porque no fue de ese modo, cada decisión la pensé y planifiqué durante un tiempo. Pero también pienso que las cosas podrían haber sido diferentes si hubiese comunicado más situaciones abiertamente, a tiempo. Yo solía pensar que la única alternativa que tenía para "hacer bien mi trabajo" era permanecer callada.

Quedarse callada es una salida que se cree fácil para evitar conflictos y no adoptar el papel de "problemática". Sin embargo, el precio del silencio es muy alto, sobre todo para la persona que elige guardarse todo lo que piensa y siente.

Podemos llegar a pensar que la comunicación en una situación de subordinación se distancia marcadamente de la comunicación en otros contextos, principalmente por el hecho de que probablemente no se buscará hablar de la relación en sí misma, sino del resultado que implica esa relación: tareas cumplidas en el trabajo, satisfacción con el trabajo realizado (de ambas partes), establecimiento de metas y objetivos, revisión de aspectos que no quedaron suficientemente claros, oportunidades de mejora, límites...

Ciertamente, aunque el fin último no necesariamente es nutrir la relación entre jefe y empleado, caso contrario a lo que ocurre en una relación de amistad o de pareja, la comunicación debe existir y es vital para que el trabajo avance de forma natural, con pocos contratiempos y para que los resultados de esta relación sean del agrado del empleado y el empleador.

Sin embargo, plantear estos espacios de comunicación, desde el punto de vista del empleado, puede llegar a ser bastante difícil. Algunas creencias irracionales que solemos tener antes de comunicar nuestras expectativas, desagrados o necesidades, en un ambiente laboral, pueden ser las siguientes:

• Si me quejo de alguna situación me verán como una persona conflictiva
• Si digo que no puedo hacer algo (porque no me alcanza el tiempo, por ejemplo) seré vista como una persona floja.
• Si digo cómo me siento, si estoy muy estresada o presionada dirán que soy una persona débil
• Si expreso un descontento por la forma como he sido tratado, recibiré peores tratos como respuesta.

Es importante reconcer que estamos teniendo este tipo de creencias. Y que no tenemos forma de controlar o cambiar lo que las personas de nuestro entorno laboral piensen u opinen de nuestro trabajo. No obstante, sí tenemos una cosa bajo nuestro control y es la posibilidad de expresar cómo nos estamos sintiendo, aquello que nos gusta y aquello que no. Puede ser el caso de que nos hagamos "un mundo" y al final comunicar estos aspectos resulte mejor de lo que pensábamos. También puede ocurrir que nuestra comunicación no sea bien recibida, lo que definitivamente puede dar luces sobre el tipo de ambiente laboral en el que nos encontramos.

Esta publicación responde a la iniciativa propuesta por la Comunidad de Humanitas: 1 tema para cada día del mes de septiembre, en esta ocasión, el tema del día de hoy es comunicación. Te invito a participar y a compartir tus ideas sobre los diferentes temas propuestos, de la manera como desees y en el orden que gustes. Te comparto la publicación de la iniciativa para que revises las reglas de participación.

Right now I can realize a situation that I could have handled differently in my previous job. Back then I had high levels of stress, which perhaps influenced my unclear thinking. I'm not going to say that I made decisions from the gut because it wasn't that way, every decision I thought about and planned for a while. But I also think that things could have been different if I had communicated more situations openly, in time. I used to think that the only alternative I had to “do my job well” was to keep quiet.

Keeping quiet is an easy way out to avoid conflict and not to take on the role of “troublemaker”. However, the price of silence is very high, especially for the person who chooses to keep everything they think and feel to themselves.

We can come to think that communication in a situation of subordination is markedly different from communication in other contexts, mainly due to the fact that we will probably not seek to talk about the relationship itself, but about the result that this relationship implies: tasks accomplished at work, satisfaction with the work done (on both sides), establishment of goals and objectives, review of aspects that were not sufficiently clear, opportunities for improvement, limits...

Certainly, although the ultimate goal is not necessarily to nurture the relationship between boss and employee, as opposed to what happens in a friendship or couple relationship, communication must exist and is vital for the work to progress naturally, with few setbacks and for the results of this relationship to be to the liking of the employee and the employer.

However, from the employee's point of view, it can be quite difficult to create these communication spaces. Some irrational beliefs that we tend to have before communicating our expectations, dislikes or needs, in a work environment, may be the following:

• If I complain about a situation, I will be seen as a conflictive person.
• If I say that I can't do something (because I don't have enough time, for example) I will be seen as a lazy person.
• If I say how I feel, if I am very stressed or under pressure, they will say I am a weak person.
• If I express dissatisfaction with the way I have been treated, I will receive worse treatment in response.

It is important to recognize that we are having these types of beliefs. And that we have no way to control or change what the people in our work environment think or think about our work. However, we do have one thing under our control and that is the ability to express how we are feeling, what we like and what we don't like. It may be the case that we make ourselves “a world” and in the end communicating these aspects turns out to be better than we thought. It may also be the case that our communication is not well received, which can definitely shed light on the type of work environment in which we find ourselves.

This publication responds to the initiative proposed by the Humanitas Community: 1 topic for each day of the month of September, this time, today's topic is communication. I invite you to participate and share your ideas on the different topics proposed, in the way you want and in the order you like. I share with you the publication of the initiative so that you can review the rules of participation.