La aventura de emprender- Parte 1

Llevaba tiempo queriendo escribir sobre lo que ha supuesto (y sigue suponiendo) emprender un negocio o más bien,  emprender una aventura. 

Es una entrada muy personal pero que quería compartir, porque quizás much@s de vosotr@s hayáis sido también emprendedores, y os haya tocado empezar un proyecto de cero, o tengáis uno y queráis comenzarlo...    Cuando se tiene una idea en mente, un proyecto de vida, un sueño... a todos nos viene la gran duda:

 ¿Por dónde empezar?

 Y lo que más complicado me parecía a mí:

 ¿Cómo empezar de cero en una ciudad como Teruel, completamente desconocida para mí?   

Respuesta: Por el principio, diría yo. 

¿Y cuál es el principio? Mi primera señal fue un blog que descubrí completamente por casualidad. El blog de Hana Kanjaa. 

 Su entrada no tenía nada que ver con lo que yo buscaba, pero curioseé un poquito en su web y me di cuenta de que era coach y que ayudaba (y ayuda) a las personas a llevar sus proyectos y sueños a cabo, y justo ese mismo mes, publicitaba las llamadas sesiones de mentoring a través de videoconferencia. ¡Esa fue mi señal! Tardé poco en hacer clic para inscribirme.  

 Y esto fue lo que aprendí:   

 http://www.hanakanjaa.com/testimonios-completos/  (Mi testimonio es el número 15)

Ese fue mi primer paso. El primero de muchos que fui dando. La creación de mi página web duró todo un año: qué servicio voy a ofrecer, cómo lo voy a hacer, a qué público voy a dirigirme, qué lenguaje voy a utilizar... y posteriormente: desarrollo de contenido, cientos de pruebas fotográficas para seleccionar las más adecuadas a cada sección de la web, diseño de los dibujos personalizados, horas y horas delante de una libreta... y de un ordenador.   Eso sí... no lo hice sola. No habría podido con mis escasos conocimientos. Y por eso quiero dedicarle este parrafito a esa persona que ha estado en este proyecto desde que sólo era una idea: 

 A mi webmanager, a mi diseñador personal, a mi coach particular, a mi entrenador físico y emocional, a mi psicólogo sin serlo, a mi nutricionista y cocinero, a mi apoyo, a mi compañero de viaje...  A esa persona que siempre ha estado y está y sin la cual, nada de lo que he hecho durante estos últimos años tendría sentido ni hubiese supuesto tantísimo crecimiento personal y profesional. 

 Si tomáis la decisión de emprender, ojalá tuvieseis a alguien cerca que os diga que sois capaces de hacer lo que os propongáis tal y como lo he tenido yo.   Y aún así, el camino sigue sin ser fácil. Porque el peor enemigo que uno puede tener... es uno mismo.    Porque cualquier proyecto es una espiral. Una espiral que comienza a girar y a crecer en diferentes fases y pasando siempre por puntos situados a la misma altura.  Cuando pasas por esos puntos, es cuando puede haber un momento de crisis.  

 La dichosa pregunta "¿Y ahora qué?". Mi gran "amiga" la INCERTIDUMBRE y el maldito autosabotaje. Y todo lo que ello conlleva: ansiedad, bloqueo, culpabilidad...   Tuve que hacer este dibujo en uno de esos momentos:

  ¿Y sabéis qué?   Que efectivamente, tuve que pedir ayuda, o al menos, dejarme ayudar, tuve que pararme a reflexionar, pensar en los primeros pasos que di y en hacia dónde me habían llevado, en la experiencia adquirida desde entonces, hacer un balance de todo lo conseguido hasta ese momento. Echar un vistazo al pasado y otro al futuro. Y seguir avanzando.   De eso se trata. Si no te mueves... no avanzas. Y avanzando el propio camino te va mostrando pequeñas señales. A veces te encuentras hasta con extraordinarias oportunidades con las que no contabas. Y es en esos momentos cuando parece que te inyectan una dosis de motivación y de fortaleza para continuar persiguiendo tus sueños, tus metas, tus objetivos. Paso a paso y aprendiendo cada día.

   ¿Por qué emprender?   No es una decisión. Es un estilo de vida.     

Continuará... 

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now