El sueño de salir de Venezuela

A pesar de ser Venezuela el pais con la mejor ubicación geográfica del continente americano, poseer una gran reserva petrolera, y una gran riqueza paisajística con excelente clima tropical. En la actualidad este hermoso pais esta en la decadencia. Todo esto es ocasionado por las malas decisiones del gobierno electo en el año 1998 cuando Hugo Chávez gana las elecciones presidenciales. Posteriormente en 2012 Chávez fallece y las personas que siguen su legado sólo terminan de destruir el país, llevándolo a la quiebra total. Debido a la hipermegainflacion que vive mi país, en el cual a pesar de trabajar en un ente publico mi sueldo mensual era el equivalente a 3 dólares. Por tanto, me vi en la necesidad de emigrar, con la esperanza de poder generar más ingresos y así poder ayudar a mi hija de 9 meses quien dejé en mi país con mis padres. Y así me vine decidida a comenzar desde cero. Elegí emigrar a Ecuador pues su moneda es el dólar. Sin embargo, no todo es como se sueña. La vida del emigrante es vivir es un pais donde al llegar no conoces a nadie, llegas con la esperanza de poder conseguir un trabajo honrado en algún local de comida o tienda de ropa, pero al momento de hablar con los dueños lo primero que te dicen estoy buscando una persona nacional no extranjero. Entonces te das cuenta que las personas son xenofobicas y sólo al escuchar tu acento extranjero te cierran la oportunidad de demostrar que eres una persona honesta trabajadora responsable. Y es en ese momento que te preguntas que hago aquí? Vine por un sueño de poder lograr un poco de dinero para ayudar con los gastos de alimentación de mi hija y familia, y a pesar de haber sitios para trabajar no te consideran por ser una venezolana más o una extranjera más. Como madre soltera debo seguir con la frente en alto, por mi sueño de buscarle un mejor futuro a mi hija y no decaer ante las adversidades que estoy afrontando actualmente en este país. Llegué y estoy de residente en Otavalo una provincia de Ibarra en Ecuador. La ciudad de Otavalo es hermosa tranquila con un clima frío, es una ciudad artesanal y turística. Como todas partes existen esas personas buenas que te ayudan con un poco de comida y esas malas que aparentan ser corderos y vienen sólo a ti con malas intenciones. En estos dos meses que llevo acá me han dado la manos pocas personas y otras me robaron. Las personas acá suelen mirarte como si sólo invadiera su ciudad, son hipócritas consigo mismo y con su religión. Actualmente acá me he dedicado a la economía informal venta de comida rápida, dulces, manillas, entre otras cosas. No obstante, quisiera poder continuar mi viaje en busca de esa tan deseada estabilidad económica, en estos días de Navidad pienso que salí de mi país a estar lejos de mi amada hija y no he logrado nada. Existe mucho miedo y temor hacia la nacionalidad venezolana, nos juzgan por unos pocos como si todos fuésemos así y no lo es, los buenos somos más. Sólo necesitamos que nos den la oportunidad de demostrarlo, somos personas luchadoras y trabajadoras, con deseos de superación. A pesar de todo no pierdo la esperanza de poder regresar a mi tierra como una ganadora y muy bien se que los comienzos son difíciles y más cuando estas en un pais lejos de los que te apoyan. Luchando por un sueño que si bien a veces el pesimismo lo hace inalcanzable, el esfuerzo y la constancia te acerca más a la meta. 20181102_090737.jpg

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