Do you remember Buddy? That little, sweet puppy who promised to become a giant from an early age. Well, he’s already a true giant.
Despite being eight months old, Buddy is still a puppy, even though his size says otherwise. He’s huge! Currently, he weighs around 40 kg, which might seem like a lot, but according to his vet, he could be a bit “chubby.” The truth is, he still has a lot of growing to do. I’m starting to think that my prediction that he’ll end up looking like a lion is about to come true. He’s only 25 kg away from weighing the same as me, hahaha!
Buddy is a real charmer: smart, loving, and extremely playful, although a bit clumsy, I must admit. Poor guy doesn’t seem to understand his gigantic size and rushes at us with all his energy, even jumping on us on two legs. You can imagine that we often end up on the ground. Samu, my son, dodges him when he sees him approaching at full speed. Buddy weighs much more than him and could easily knock him over.
Something we’ve noticed is that Buddy has become a great protector. When we go out as a family, he’s always attentive to make sure we’re all together. He does a periodic check to ensure that no one gets left behind. He doesn’t allow any strangers to approach us without warning; if anyone dares to, Buddy stands up and growls or barks. It’s funny because his bark scares everyone; it’s a thunderous sound worthy of a dog his size, which commands respect just with his presence. I’m glad to see how my furry nephew has become an excellent bodyguard.
Buddy is a little giant, pampered, and spoiled by all of us, but he’s earned that love with flying colors. He’s a beauty in every sense.
! [SPANISH VERSION]
¿Recuerdan a Buddy? Aquel pequeño y tierno cachorrito que desde temprana edad prometía convertirse en un gigantón. Bueno, pues, ya es un auténtico gigante.
A pesar de sus ocho meses de vida, Buddy sigue siendo un cachorro, aunque su tamaño diga todo lo contrario. ¡Es enorme! Actualmente, está pesando alrededor de 40 kg, lo que podría parecer mucho, pero según su veterinario, podría estar un poco más “pachoncito”. La verdad es que todavía le queda mucho por crecer. Empiezo a pensar que mi predicción de que terminará pareciendo un león está a punto de cumplirse. Tan solo le faltan 25 kg más y pesaremos lo mismo, ¡jajaja!
Buddy es un verdadero encanto: inteligente, amoroso y extremadamente juguetón, aunque un poco torpe vale decirlo. El pobre no parece entender su tamaño gigantesco y se nos lanza con toda su energía, incluso salta sobre nosotros en dos patas. Podrán imaginar que con frecuencia terminamos en el suelo. Samu, mi hijo, lo esquiva cuando lo ve acercarse corriendo a toda velocidad, Buddy pesa mucho más que él y fácilmente podría llevárselo por delante.
Algo que hemos notado es que Buddy se ha convertido en un gran protector. Cuando salimos en familia, siempre está atento para asegurarse de que estemos todos juntos. Hace como un recuento periódico para garantizar que nadie se quede atrás. No permite que ningún extraño se nos acerque sin previo aviso; si alguien se atreve, Buddy se pone en pie y gruñe o ladra. Es cómico, porque su ladrido asusta a todos, es un sonido estruendoso digno de un perro de su tamaño, lo que infunde respeto solo con su presencia. Me da gusto ver como mi sobrino perruno se ha convertido en un excelente guardaespaldas.
Buddy es un pequeño gigante, consentido y mimado por todos nosotros, pero se ha ganado ese cariño con creces. Es una belleza en todos los sentidos.
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Las fotografías de esta publicación son de mi autoría y propiedad, tomadas con un iPhone 12 Pro Max
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