Hace tres años conocí una nueva cara de la blockchain, una versión más amable, más solidaria y de mayor motivación para la participación en una cadena de bloques.

Desde que surgió Hive, sentí que comenzaba a arder una llamita de esperanza por los tiempos por venir. Creí, desde el día uno, que todo sería diferente, que esta versión sería un camino de alegrías, de encuentros y de mucho crecimiento para la blockchain y para todos los que nos sumábamos a ella.

Hace tres años, publiqué mi Hola, Hive. Con las palabras que escribí en esta breve publicación, sellé mi compromiso con la plataforma para siempre: "Aquí estoy, pues, como toda una abeja en la colmena, dispuesta a aportar el polen necesario para que se produzca la más dulce miel."

Desde marzo 2020, Hive ha sido para mí un refugio, mi oasis, el lugar perfecto en el que puedo dejar mi huella, mi pensamiento y mi sentir. He compartido parte de mi vida y lo he hecho porque quiero que en el futuro, cuando mis descendientes pasen por aquí, conozcan un poco de lo me gusta, de lo que hago y de lo que soy en este ahora.

Después de tres años, que se dicen rápido, mi sentimiento en esta celebración es de gratitud infinita. Cómo no estar agradecida con todo lo que he vivido, con todo lo que he compartido y aprendido, con todo lo que he ganado que no se trata sólo del aspecto económico, sino de la mayor ganancia de la que nos podemos sentir orgullosos, lo más valioso: la gente que hace vida en Hive y con la cual he compartido tanto.

Una ganancia de amistades invaluables. Con varios hivers he mantenido la amistad virtual, a través de nuestras publicaciones y los comentarios que vamos dejando en ellas. Con otros, ha ido más allá hasta superar la barrera de la virtualidad para ser parte de mi realidad.

Mi camino por Hive ha estado pleno de muchas vivencias. Gracias a la plataforma, he tomado retos que jamás imaginé como moderar un programa en Discord que me dejó recuerdos inolvidables. Gracias a Buena Vibra, el programa que hicimos @sacra97, @lisfabian y esta servidora, la alegría siempre estaba presente entre los que nos reuníamos a pasar un buen rato y nos recargábamos de una energía bonita y positiva.

He sentido de cerca la buena vibra de mucha gente. Gente que motiva sin reservas como @angelica7, @geadriana, @eugelys, que tiende la mano incondicionalmente y tiene siempre una palabra bonita para compartir; gente que enseña desinteresadamente como los amigos con los que nos reuníamos todos los lunes en el programa Exprésate, lo extraño mucho, con un sentido único: compartir conocimientos e intercambiar vivencias por y para la blockchain: @gorayii, @soy-laloreto, @elizabeths14, @roadstories, @jauregui98 y @josecarrerag.

¿Cómo no desearle larga a vida a #Hive que me ha dado tanto? Tantas alegrías y satisfacciones como la de llegar a ser Delfín, después de años de un trabajo sostenido y comprometido con la blockchain. Aunque bajé en el escalafón porque he tenido que hacer uso de mis ahorros en la plataforma para solventar situaciones personales que de no tener a Hive, hubiera sido imposible, sigo con mi fe intacta en ella y con el compromiso firme de seguir aportando "el polen necesario para que se produzca la más dulce miel" en esta maravillosa colmena, tal cual como lo manifesté aquel 21 de marzo de 2020 cuando inicié mi tránsito por aquí.