Hoy me topé con un post en X de CarlaConWifi en el cual ella comparte como fue su experiencia de como fue el viajar sola y que era algo que le hacía sentir miedo, pero, que a pesar de eso decidió hacer su viaje y que luego de realizar el viaje no se arrepintió en lo absoluto, ya que resulto en una experiencia fabulosa.
Eso me hizo pensar en las veces en las que me he enfrentado de cara al miedo y han sido los momentos en los que más he crecido. Aunque no soy un experto en el miedo desde el punto de vista de la psicología, en esté asunto @sofiaquino98 o @mandysmoon pueden dar una visión más acertada, lo que puedo decir en mi ignorancia sobre el miedo es que como todas las emociones son respuestas químicas y eléctricas dentro de nuestro organismo que nos pone en estado de alerta puesto que algo en nosotros interpreta como peligroso algo en nuestro entorno.
Lo cierto es que muchas veces eso que nos da miedo no implica un riesgo mortal o que ponga nuestra vida en verdadero peligro, por ejemplo, soy una persona introvertida con ciertas habilidades sociales y uno de mis temores ha sido hablar en público, pero, la vida ha hecho que me enfrente a ese miedo y en muchas ocasiones he hecho cosas que si me hubiese dejado llevar por el miedo no lo estaría contando hoy, por ejemplo, tuve la oportunidad de hacer una ponencia en un evento de talla internacional como lo ha sido la pasada Caracas Blockchain Week.
Pienso que el miedo puede hacernos brillar, enfrentarnos a nuestros miedos no solo nos hace valientes, sino que nos hace salir de nuestra zona de confort, haciendo que podamos aprender cosas nuevas o descubrir que somos capaces de cosas que quizá no nos hayamos imaginado. Creo que no es tan mala idea hacer cosas que nos den miedo, de hecho viene a mi mente una frase que escuché hace algún tiempo:
Creo que de lo más significativo de atrevernos hacer cosas que no creamos poder hacer es apostar por una ampliación de nuestra perspectiva ya que nos sometemos a experimentar cosas nuevas, conocer personas y vislumbrar puntos de vista diferentes. Cuando ampliamos nuestras perspectivas cambia nuestra forma de ver el mundo. Es sorprendente ver personas que no se atreven a cambiar de punto de vista, y es que si algo es propio de nuestra condición es el cambio y permitirnos cambiar de panorama, hacer cosas que no hayamos pensado es atrevernos a entender el mundo de otro modo.
En este sentido creo que preguntarnos ¿Qué me da miedo? y discernir el riesgo real de eso que me da miedo puede darnos un punto de partida para hacer frente a nuestros miedos, y eso es la única manera de ser valientes. El miedo y la incertidumbre pueden surgir siempre, pero, son la verdadera oportunidad de para crecer en todos los ámbitos, sea personal o profesional, permitiéndonos una transformación real.
En resumen, se puede decir que conocer nuestros limites es estar de frente a nuevos horizontes, es por ello que debemos desafiarlos, ya que son la oportunidad para crecer y para nuestro desarrollo personal. Es válido recordar siempre que estemos frente a algo que nos asuste es estar al frente de los limites de nuestra zona de confort y que allí está nuestro verdadero crecimiento.
No creo que yo sea el mejor para dar consejos de este estilo, pero, actualmente me encuentro de cara a cosas que me asustan y he decido hacerles frente. Es por ello que te invito a preguntarte de manera retórica: "¿Qué me da miedo?" y responder a tal cuestión de la siguiente manera: ¿Y si hacemos tal cosa a pesar de estar atemorizado?
Por ejemplo: ¿Te da miedo la cámara? puedes proponerte grabar un video. Atrévete hacer cosas que te den miedo.
Mantente curioso!
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