Fuente
Reloj
y aunque quiera no puedo evitarlo.
Encerrado en mi corporeidad me encuentro,
soy pasajero-preso de mi cuerpo,
huésped-siervo de mi cerebro,
consecuencia-efecto del entorno
en que me desenvuelvo.
que cortan el tiempo implacablemente,
como si podaran el pasto de la memoria
para que pueda germinar el futuro;
y yo soy el pasto,
y la tierra cada vez menos fértil
en que hecha raíces,
o al menos lo intenta.
que cada vez advierto menos y resiento más,
como si me faltara cada vez más
la cuerda que a el le sobra,
el movimiento que lo sostiene
y a mi a veces me abandona
como si hubiera perdido interés en mí.
sus hélices estáticas de tanto girar,
aferrado a su crin de segundos al viento,
e intentó domarlo cada día,
aunque al final me aviente de la ilusión
que uso de montura,
de la esperanza que uso de brida,
de las emociones que tengo por espuelas.
aunque indomable,
aunque implacable,
es todo lo que tenemos,
todo lo que somos,
fuimos y tal vez seremos.
Y el reloj es tan solo un símbolo,
un recordatorio de que somos breves
como un pestañeo,
y de que la tinta que escribe nuestra vida
no es de nuestra propiedad.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.