Hace días quería compartir con ustedes que estaba de cumpleaños Barquisimeto en Venezuela, ciudad que me vio nacer y le dio a mis padres un lugar para desarrollarse. Cada año es una celebración que le hacen en agradecimiento a la localidad que nos ha albergado durante todos esos años…

El homenaje de sus 472 años de su fundación cayó el día sábado y estábamos en casa cuando me dio por revisar Instagram y ver las actividades que les iban a realizar por su cumpleaños. Mi sorpresa fue que solo eran cuatro días de evento y no una semana completa como se acostumbra.

En vista de lo que me estaba enterando, le dije a mi esposo que nos llevará al Complejo Ferial para sacar a las niñas y ver qué había. Hicimos la cola para entrar, pude ver que había toldos con exposiciones de varios objetos, hasta exhibiciones de carros, motos, comida...

Mis hijas, al ver el área de los niños, nos hicieron ir hacia allá, había varios castillos inflables, y personas haciendo reír a los niños con juegos, bailes. Hubo una atracción que no les sé el nombre, que sujetaban con mecates a cada niño y brincaban y daban las vueltas, en esa se montaron una sola vez.

Había otras atracciones, pero por la edad de mis hijas, no las dejaban tener acceso, donde más disfrutaron, debo decir, fue en los castillos inflables. Se montaron muchas veces, no pagamos nada, era gratis por la celebración, a mi esposo y a mí nos costó sacarlas del área de diversiones.

Le dije a mis hijas que hay otras cosas que ver como la granja de contacto que es un espacio donde tienen a diversos animales en jaulas, algunos los pueden tocar y otros no, entre los que vi fueron cochinos cuyo pelaje era negro me impresionó nunca lo había visto unos así, tenían caballos, conejos, gatos, gallinas, vacas, chivos, pájaros…

Entre la información que nos dieron de los animales, se nos dijo que vienen de haciendas cercanas, supe que vendían animales, nos hablaron de los alimentos que comían. A mis hijas, les encantó tener esa interacción, disfrutaron el verlos, tocarlos y darles de comer, el tiempo avanzó estando allá, tocó decirles que teníamos que irnos.

Quedamos que volveremos a salir para compartir en familia nuevamente cuando sea posible.

My girls enjoying the Barquisimeto birthday in their honor.

A few days ago I wanted to share with you that it was Barquisimeto's birthday in Venezuela, the city that saw my birth and gave my parents a place to develop. Every year is a celebration that is made in gratitude to the town that has hosted us during all those years...

The tribute of its 472 years of its foundation fell on Saturday and we were at home when I checked Instagram and saw the activities that were going to be held for their birthday. My surprise was that it was only a four day event and not a full week as usual.

In light of what I was finding out, I told my husband to take us to the Fair Complex to take the girls out and see what was going on. We lined up to get in, I could see that there were awnings with exhibits of various objects, even exhibits of cars, motorcycles, food...

My daughters, when they saw the children's area, made us go there, there were several inflatable castles, and people making the children laugh with games and dances. There was an attraction that I don't know the name of, they held each child with ropes and they jumped and spun around, they only rode it once.

There were other attractions, but because of the age of my daughters, they were not allowed to have access, where they enjoyed the most, I must say, was in the bouncy castles. They rode them many times, we did not pay anything, it was free for the celebration, my husband and I had a hard time getting them out of the amusement area.

I told my daughters that there are other things to see like the contact farm which is a space where they have different animals in cages, some you can touch and others not, among those I saw were pigs whose fur was black I was impressed I had never seen ones like that, they had horses, rabbits, cats, chickens, cows, goats, birds....

Among the information we were given about the animals, we were told that they come from nearby farms, I learned that they sold animals, they told us about the food they ate. My daughters and husband, including me, loved having that interaction, they enjoyed seeing them and feeding them, time went by and we had to tell them that we had to leave.

We agreed to go out again to share as a family when possible.