¿Alguna vez han enviado o recibido una postal?
Quizás actualmente no es tan común, porque casi todo lo que tiene que ver con las comunicaciones, los mensajes, se ha vuelto virtual y se hace a través de la computadora o el teléfono celular, pero aún existen personas amantes del lápiz y el papel y también sigue operando como siempre el servicio de correos a nivel mundial.
En mi caso, por tener familiares en otro país, desde pequeña escribía cartas y también las recibía, de mis primos, mi abuela, amigos e incluso de desconocidos con los que contactaba a través de una revista deportiva para intercambiar cosas como afiches o barajitas de fútbol.
Entre esas comunicaciones escritas que llegaban regularmente a mi casa venía también de vez en cuando una que otra postal, ya sea de las que tienen imágenes de lugares turísticos o con temática navideña, artística, histórica, entre otras.
Me encantaba abrir la cajita de correspondencia en el edificio y ver que habíamos recibido alguna carta o postal, tanto así que la llave del correo de mi casa la tenía yo, para sentir esa emoción jajaja, claro, si el sobre o postal no tenía mi nombre, se lo entregaba a quien correspondía: mis padres o hermana, como debe ser.
Guardo algunas de las cartas que recibí de niña, adolescente y más recientes también, y por supuesto las postales.
Además cada vez que he tenido la oportunidad de viajar, si consigo compro para tenerlas de recuerdo o enviarlas. También le he pedido a amigos y familiares que me envíen si pueden, así sin querer queriendo me di cuenta que tenía una pequeña colección.
Pero ¿quién inventó eso de enviar tarjetas postales? Investigando un poco encontré que todo se debió a la practicidad y la economía.
Resulta que en octubre de 1869 se aprobó en Austria la emisión de la primera tarjeta postal. Era de cartulina y su objetivo consistía en contener mensajes breves y que no importara que fueran leídos, ya que esta cartulina iba a circular a través del correo sin ir metida en un sobre como las cartas convencionales, cosa que reducía su tarifa de envío.
Esta iniciativa fue exitosa, la gente comenzó a hacer uso de esta económica opción de correo y a finales del siglo XIX la Unión Postal Universal decidió regular el tamaño de las postales, tenían que ser de 9 x 14 cm. Sin embargo con el pasar de los años la medida fue variando pero conservando siempre un tamaño que no se aleja mucho de esas dimensiones iniciales.
Al principio de esta modalidad de comunicación, las postales eran emitidas por los servicios de correos y ya tenían impreso por un lado el franqueo, mientras que el otro lado no tenía nada, era el espacio para que las personas escribieran su mensaje.
Con el tiempo y la evolución de las técnicas de impresión, muchas empresas privadas comenzaron a sacar para la venta tarjetas postales ilustradas, tal como las conocemos hoy en día. Por un lado una imagen o ilustración y por el otro un espacio para el breve mensaje y otro para la colocación de la dirección del destinatario, la estampilla y sello.
A comienzos del siglo XX ya se había vuelto muy común que las personas enviaran y recibieran postales con imágenes, sobre todo alusivas a los lugares donde fueron compradas, y por eso se convirtieron en una especie de artículo turístico que se vendía en kioskos, tiendas de souvenirs u hoteles.
Mi colección de postales no tiene más que un valor sentimental porque no son lo suficientemente viejas, pero en el mundo hay muchos coleccionistas que atesoran postales antiguas de gran valor monetario por su importancia como documento histórico.
A mí me sigue gustando recibir y enviar postales, no son lo mismo las virtuales, sentir la emoción de que te llegue una en físico, con su estampilla y el hecho de saber que cruzó aires, mares y tierras ¡es fantástico! Igualmente ir al correo a enviar una, son palabras e imagen viajando y alegrando a alguien cuando la toma en sus manos, la lee y la mira.
Hagan la prueba, envíen una postal o pidan que les envíen una.
Todas las fotos son propias, tomadas a postales de mi colección con una cámara Fuji FinePix XP90 de 16mp