Hay cada vez más medicamentos en existencia, más si consideramos que la cantidad de presentaciones comerciales es realmente grande. Es muy difícil saber el nombre de todos, por eso lo mejor es recomendar e indicar medicamentos en base a su componente principal.
El gran problema aquí es que la publicidad hace que se ponga un medicamento por encima de otro en función de la marca, lo que hace que a veces sea muy difícil mantener esta línea de sólo usar el componente genérico en la fórmula médica.
Otro gran problema que en relación a las fórmulas que prescribimos como médicos se presenta es el detalle de que la mayoría de los médicos escribimos feo, para mucho es casi inentendible. Este es una especie de estigma que esta muy bien justificado, debo decir, porque es verdad, con mucha frecuencia la letra de los médicos es fea, me consta, y esto tiene cierta justificación, es un proceso que ocurre en la escuela de medicina, que, aunque no quiero hacer ver que no puede ser de otra manera, al menos me gustaría explicar.
Cuando estamos estudiando la carrera de medicina en general lo que se escribe es mucho, no sólo eso sino que se hace muy rápido, lo que en resumidas cuentas termina por desmejorar de manera consistente la forma de la letra. Esto no es necesariamente lo que ocurre siempre, pero si es muy frecuente, ya que el escribir rápido nunca dejará de ser una necesidad en la práctica clínica.
Pero, a pesar de eso, depende mucho de cada uno de nosotros los que cuidamos o no lo que escribimos, porque más allá de que tengamos que escribir mucho y rápido, no podemos exponer a nuestros pacientes a no poder entender el nombre del medicamente que le indicamos, esto es totalmente absurdo.
