Reglas muy estrictas a veces son necesarias, sobre todo si hablamos de procesos o instituciones en las que somos los adultos los que hacemos vida, porque tenemos una noción de lo que es bueno y lo que no, siendo así, debemos siempre asumir la responsabilidad y la consecuencia de nuestros actos.
Por ejemplo, en mi área de trabajo, siendo tan delicada, las reglas son importante, y no las podemos hacer a un lado, ya que omitirlas puede llevar a serias consecuencias para los trabajadores, y además para los pacientes, sobre todo para estos últimos.
A veces analizo y me digo que las escuelas, universidades, colegios y demás sitios de formación nos preparan para ello, pero, a veces, estas reglas suelen ser realmente muy castrantes cuando nos referimos a la aplicación en los niños. Porque en teoría, y debo asumir que todos saben que es así, la libertad en los niños es importante para que puedan desarrollar su potencial en distintas áreas, y a veces, cuando hay una interferencia muy grande de los adultos lo que ocurre es que hay una gran limitación a la par
Por eso, aunque para muchos el sector docente ha perdido mucha reputación, se cuestiona mucho su trabajo, la realidad es que es un trabajo bastante complejo el que realizan, sobre todo cuando se trata de la educación en un nivel básico, cuando los niños y niñas están más sensibles a aprender, y a cualquier cosas.
Poder lograr que puedan mantenerse libres, aprendiendo, pero que no se les perturbe ni limites su correcto desarrollo no debe ser una tarea muy fácil de lograr, por esta razón, mis respetos al gremio docente, que lamentablemente está muy subvalorado tanto social como económicamente, y es una realidad en la gran mayoría de los países, porque con amigos que están en distintas partes del mundo, con los que he hablado al respecto, me hacen el mismo planteamiento.
Espero que esto pueda en algún momento cambiar a algo mejor, en vista de la literal trascendencia que tienen los docentes en el mundo.