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Caminaba sin rumbo fijo por el boulevard San Rafael, esperando que, como por arte de magia, apareciera ante mí un lugar que me cautivara; y así fue. Resulta que en una esquina, un poco escondida, vi algo que parecía ser una pequeña tienda. Decidí entar y para mi sorpresa me encontré con una modesta pero muy bonita galería de arte. Se te trataba de una exposición de un artista local que hacía piezas con bronce. La señora que me recibió me dijo que las piezas estaban en exposición, pero que si me interesaba alguna también podían ser vendidas. Recorrí la galería con gran emoción porque a pesar de que era bastante pequeña habían un sinfín de artículos hechos con una dosis de fantasía, que desafiaban la lógica o la ley de gravedad, llegando a jugar con la realidad y con la mente de los espectadores. De paso, aproveché y tomé varias fotos de las piezas para tenerlas de recuerdo y ahora las muestro aquí.
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I was walking aimlessly along San Rafael Boulevard, hoping that, as if by magic, a place would appear before me that would captivate me; and it did. It turns out that in a corner, a little hidden, I saw something that seemed to be a small store. I decided to go in and to my surprise I found a modest but very nice art gallery. It was an exhibition of a local artist who made pieces with bronze. The lady who greeted me told me that the pieces were on display, but that if I was interested in any of them they could also be sold. I toured the gallery with great excitement because even though it was quite small, there were countless items made with a dose of fantasy, which defied logic or the law of gravity, playing with reality and with the minds of the viewers. By the way, I took several pictures of the pieces as souvenirs and now I show them here.