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Mr and Mrs Jones kept that gloomy look on her. Their daughter has been missing for five days now.

Neighbours and well-wishers kept coming around to sympathise with them. Victoria was their eight years old daughter. Everyone in the neighbourhood loved her.

She was a very jovial little girl with a free spirit. She always helped people the little way she could. Victoria was an alpha student in her school. The school officials kept calling her parents after every school session to congratulate them on their daughter's achievement.

She was a bright shining star who just went missing without any traces. Mr and Mrs Jones went to the police station to declare her missing.

Everybody kept sullen expressions. Their 'little angel' like they popularly addressed her, had gone missing.

Mr and Mrs Jones continued their lives with their other boy. Their son, Von, was a teenager and he was never at home. He got influenced by some boys from highschool, hence, he became very recalcitrant.

Von looked very much like a cultist. He did things like a cultist would do. He started taking hard drugs, wearing rags, carrying guns around and there was this scarf he always had in him. It was a black and red scarf that had a white skull in the middle.

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Since Von was wayward and his parents could not do anything about it, they assumed that they didn't have any child with the disappearance of Victoria.

Years went by and there was still no sign of Victoria. The police had no trail of her and her case was suspended. Mr. And Mrs Jones went about their lives like nothing happened. It seems like they were fine with the disappearance of little Victoria.

Fifteen years went by, Von had been in and out of police custody because of numerous gang crimes and hard drugs. Mr and Mrs Jones were not bothered about his well being anymore, he was an adult and was responsible for his actions and his life.

The land line rang one cool evening.

"Hunnay! Could you get the phone?" Mrs Jones asked.

"Uhmm, give me a minute," Mr Jones responded.

The phone kept ringing persistently. Mr and Mrs Jones arrived by the phone at the same time.

"Who could it be and what would the person want by this time?" Mrs Jones said.

"Hello, it's Mrs Jones, how may I help you?"

There was a long silence

"Hello!?" There was still no sound from the phone. Mrs Jones was about to hang up when she heard Victoria's voice.

"Mummy, Why? Why did you?" Victoria said.

The phone dropped from her hand as the frightened Mrs Jones immediately got into a state of shock.

"Who was it hunnay? Talk to me!" Mr Jones ordered.

Mrs Jones just pointed at the phone, still shaken.

" Hello there! Who's it and what do you want?"

" Daddy? Why?" Victoria asked again.

Mr Jones immediately hung up the phone. He looked at his wife and his wife looked back at him. That is not theoretically possible! It can't be!

"Hunnay calm down, it's probably someone impersonating Victoria." He said.

Mrs Jones was still shaking, she found it hard to even breathe. She knew it was real. She knew her little girl's voice any day, anytime.

They were supposed to be happy to hear from their little girl after so many years but they weren't . They weren't because they had killed her themselves.

They murdered Victoria fifteen years ago out of sheer jealousy. She was loved by everyone and she got all the glory and favours. They also wanted some attention and they thought the best way to get that was to execute the little girl.

She was back now with the question why? A question they had no answer to. They sat on the floor by the land line and waited for revenge to be taken on them. It really was inevitable at that moment. They waited for the unknown.

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El Sr. y la Sra. Jones mantenían esa mirada sombría. Su hija llevaba cinco días desaparecida.

Los vecinos y los simpatizantes no dejaban de acercarse para compadecerse de ellos. Victoria era su hija de ocho años. Todos los vecinos la querían.

Era una niña muy jovial y de espíritu libre. Siempre ayudaba a la gente en lo poco que podía. Victoria era una alumna aventajada en su escuela. Los responsables del colegio llamaban a sus padres después de cada sesión escolar para felicitarles por los logros de su hija.

Era una estrella brillante que desapareció sin dejar rastro. El Sr. y la Sra. Jones fueron a la comisaría para declarar su desaparición.

Todo el mundo mantenía expresiones hoscas. Su "angelito", como la llamaban popularmente, había desaparecido.

El Sr. y la Sra. Jones continuaron su vida con su otro hijo. Su hijo, Von, era un adolescente y nunca estaba en casa. Se dejó influenciar por unos chicos del instituto, por lo que se volvió muy recalcitrante.

Von se parecía mucho a un cultista. Hacía cosas como las que haría un sectario. Empezó a consumir drogas duras, a vestirse con trapos, a llevar armas y había una bufanda que siempre llevaba. Era una bufanda negra y roja que tenía una calavera blanca en el centro.

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Como Von era caprichoso y sus padres no podían hacer nada al respecto, asumieron que no tenían ningún hijo con la desaparición de Victoria.

Pasaron los años y seguía sin haber rastro de Victoria. La policía no tenía ningún rastro de ella y su caso se suspendió. El Sr. y la Sra. Jones siguieron con sus vidas como si nada hubiera pasado. Parece que les parecía bien la desaparición de la pequeña Victoria.

Pasaron quince años, Von había entrado y salido de la custodia policial por numerosos delitos de bandas y drogas duras. El Sr. y la Sra. Jones ya no se preocupaban por su bienestar, era un adulto y era responsable de sus actos y de su vida.

El teléfono fijo sonó una tarde fría.

"¡Hunnay! ¿Puedes coger el teléfono?" preguntó la señora Jones.

"Uhmm, dame un minuto", respondió el señor Jones.

El teléfono seguía sonando insistentemente. El Sr. y la Sra. Jones llegaron junto al teléfono al mismo tiempo.

"¿Quién podría ser y qué querría la persona a estas horas?" dijo la Sra. Jones.

"Hola, soy la señora Jones, ¿en qué puedo ayudarle?"

Hubo un largo silencio

"¿Hola?" El teléfono seguía sin emitir sonido alguno. La señora Jones estaba a punto de colgar cuando escuchó la voz de Victoria.

"Mamá, ¿por qué? ¿Por qué?" dijo Victoria.

El teléfono se le cayó de la mano mientras la asustada señora Jones entraba inmediatamente en estado de shock.

"¿Quién era hunnay? Habla conmigo". ordenó el señor Jones.

La señora Jones se limitó a señalar el teléfono, todavía conmocionada.

" ¡Hola! ¿Quién es y qué quiere?"

" ¿Papá? ¿Por qué?" volvió a preguntar Victoria.

El señor Jones colgó inmediatamente el teléfono. Miró a su mujer y ésta le devolvió la mirada. ¡Eso no es teóricamente posible! ¡No puede ser!

"Hunnay cálmate, seguramente es alguien que se hace pasar por Victoria". Dijo.

La señora Jones seguía temblando, le costaba incluso respirar. Ella sabía que era real. Ella conocía la voz de su niña cualquier día, en cualquier momento.

Se suponía que debían estar contentos de saber de su pequeña después de tantos años pero no lo estaban . No lo estaban porque ellos mismos la habían matado.

Mataron a Victoria hace quince años por pura envidia. Ella era amada por todos y se llevaba toda la gloria y los favores. También querían llamar la atención y pensaron que la mejor manera de conseguirlo era ejecutando a la niña.

Ahora volvía con la pregunta ¿por qué? Una pregunta a la que no tenían respuesta. Se sentaron en el suelo junto al teléfono fijo y esperaron a que se vengasen de ellos. Realmente era inevitable en ese momento. Esperaron lo desconocido.