Crónicas de un residente de Pediatria - Si lo disfrutas no es trabajo

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Ejercer la medicina es una de las profesiones mas dificiles de sobrellevar, y es que te mantienes al borde de la linea que separa la vida y la muerte. Aunque si la mayoria de las historias son de exito, y te alegras demasiado al ver a tus pequeños pacientes recuperados; no podemos tapar el sol con un dedo, tambien hay pacientes a los cuales por mas que apliquemos todas las medidas que nos dicta la ciencia, no podemos ayudar, y lamentablemente terminan falleciendo, no es el resultado que deseamos,pero dentro del abanico de posibilidades de respuesta ante una patologia, esa siempre es una alternativa, y no podemos ignorar ese hecho.

Pero pediatria tiene una particularidad que la diferencia del resto de especialidades, y eso no es mas que el rango etario de sus pacientes. Los niños son personitas muy especiales, su inocencia los hace resistente a cosas que a cualquier adulto lo tumba, o lo induce a sentirse mal. Pero, al menos en mi experiencia, los niños hasta en etapas terminales de una enfermedad cronica mantienen sus sonrisas, y la ilusion de que se iran a casa sanos, y eso los hace inmunes a muchas cosas, los llena de una fortaleza mental que muy pocos adultos tendremos jamas.

En pediatria ocurren milagros, en pediatria hay magia, cada niño es tan particular y unico, llenos de ilusiones. A veces me rompe el corazon tener que mentir con que va a ser la ultima vez que lo voy a pinchar, me rompe el corazon verlos llorar. Pero ver esa gran sonrisa cuando se recuperan, es de las mejores cosas que puedes sentir como medico, te llena de gran satisfaccion y orgullo, escuchar un "gracias dotola", o que te den un abrazo, un besito en la mejilla, cuando despues de todo logras ganarte la confianza de esos pequeños, no se como explicarles lo bien que se siente, se te olvidan las horas sin dormir, los regaños, el monton de trabajo que tienes pendiente, sencillamente te recargan la energia.

Si lo se, tambien hay niños de niños, esos que en ves de sonrisas te regalan patadas y hasta mordiscos en algunas ocasiones, pero no los culpo saben, es una reacción natural de defensa ante alguien que se arroja sobre ti para inmovilizarte para poder darte un pinchazo con una gran aguja, pasa que los adultos bueno aprendemos a reprimir las emociones y nos controlamos el hecho de querer golpear a la licenciada cuanto intenta 100 veces tomarte una via y no lo logra.

Sin embargo, a pesar de todo siempre dire que los niños son los mejores pacientes, ganarme esa sonrisa, esos abrazos, jugar con ellos, brindarles todo el amor y cariño es parte del tratamiento tambien, jugar con ellos, hacer que pierdan el miedo y confien, eso creo que es una de las cosas mas bonitas que hay en pediatria, y creanme que tambien son los pacientes mas agradecidos que existen. Por eso y muchos mas, volveria a elegir esta especialidad un millon de veces mas, aunque cuando estoy estresada me escucharan decir lo contrario, pero bueno a veces el cansancio y el exceso de trabajo nos hacen cambiar nuestra perspectiva. Pero creo que en medio de todo el caos, disfruto de mi carrera, y no lo cambiaria por nada mas.

Para concluir solo les dire lo siguiente, hagan aquello que los haga sentir bien, que llene su alma y que se sientan orgullosos, todo eso que les haga vibrar el alma. Porque es la unica manera de que de verdad se mantengan enfocados en dar lo mejor de si mismos todo el tiempo. Como dicen por alli, si amas lo que haces, no es considerado un trabajo.

Espero disfruten de estas publicaciones, ya que las ultimas habian estado un poco dramaticas y con un tono bastante triste y decepcionado, pero no era una buena temporada. Intento recuperar mi blog poco a poco, por que extrañaba narrar mis desventuras. Por los momentos me despido, nos vemos en la siguiente publicación.

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PD: Todas las fotografias fueron tomadas desde mi dispositivo movil modelo POCO X3 Pro, previa autorizacion de la madre.

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