Aquí estoy nuevamente participando en la iniciativa ¿Quién soy? Ya en las anteriores me imaginaba quién era, pero nuestra buena amiga @damarysvibra sigue en su empeño de que certifiquemos ese ser que somos. En el primer ejercicio salí con el concepto de que era Tierra, pero con la contradicción de que estaba mojado. Una vaina bien rara, pero eso no debe extrañar, yo siempre llamando la atención. Pensé que hasta allí llegaría, pero no fue así porque llegó un segundo ejercicio y este me llevó a declarar que era un fiero león, que las personas me veían como una rata y que realmente era un huérfano conejito lleno de amor con intenciones de amar. Ese soy yo.

Cuando terminé ese segundo ejercicio expresé que la gata se había subido a la batea. De un tipo tierruo (lo digo por el elemento tierra) a un mocho e conejo. Esa identificación no me parecía muy varonil y se encendieron las alarmas. ¿Toño vale aparte de mi condición que me hace no sociable, le íbamos a sumar lo raro? No, eso no puede ser. Menos mal que nuestra admirada amiga no me dejó así y se ha venido con un tercer ejercicio y le pido al todopoderoso que no me raspen. Comencemos guiándonos por las áreas planteadas. El suspenso me invade.

Salud:

En muchas ocasiones he expresado en mis publicaciones que soy hipertenso por herencia y que se me certificó en la maravillosa crisis de los 40, la cual disfrute al máximo. Qué bellos recuerdos. Fue entonces cuando supe la razón del porqué se comía desabrido en casa de mis padres. Ellos se cuidaban y nos cuidaban.

Como sea me acostumbré a comer sano y eso me ayudó mucho en mi salud. Pero uno siendo muchacho se cree invulnerable y se cometieron algunos excesos que me llevaron a mi primera crisis hipertensiva. Fue una combinación de exceso de grasas, bebidas espirituosas y el no ejercitarme. Mi peso llegó hasta los 120 kilos y un recuerdo de ello son unas estrías en mi espalda. Era un kamikaze.

Ese llamado de atención de mi cuerpo me llevó a cambiar de hábitos y por mucho tiempo me mantuve en excelentes condiciones hasta que volvió el descuido y se presentó una segunda crisis que superé, pero como soy un terco me busqué una tercera en el mes de agosto 2024.

Dice el dicho que a la tercera es la vencida y estoy seguro de que así será. Ahora, con más lunas recorridas y con las alarmas ya expresadas, he acudido a la sabiduría para mantener una buena alimentación y una actividad física constante. También le dedico tiempo a la meditación y me conecto con la naturaleza. Esto último es como estar cerquita del creador. Como consecuencia de esta nueva oportunidad, me siento fuerte, animado, alegre y cada amanecer es un regalo. Es sabroso sentirse así: saludable.

Trabajo:

Desde mucho antes de la pandemia había decidido no ser empleado. Mi norte era trabajar desde casa y así lo he logrado. Al llegar la pandemia boté o regalé trajes y corbatas. Estaba cansado de eso, quería libertad, estar cómodo y vestirme de forma sencilla con unas bermudas, una sudadera y unos tenis. Esto sí es comodidad.

Hace muchos años mis hermanos fundaron una empresa distribuidora de artículos para carnicerías, restaurantes, supermercados, etc., y me invitaron a pertenecer al equipo. Acepté con gusto con la condición de que trabajaría desde casa y que si por algún motivo había que visitar algún cliente lo haría en jean. Mis hermanos no tuvieron objeciones. Hoy en día estamos en eso con más de dificultades que antes por la situación política, económica, social de Venezuela, pero con la firme convicción de que superaremos el vendaval. Además, cada uno de nosotros tenemos un emprendimiento digital que nos ayuda a mantenernos haciendo lo que nos gusta y que de alguna forma ayuda al emprendimiento familiar.

Mis hermanos son vendedores natos y no tienen problemas para salir a la calle y relacionarse con desconocidos. Yo no puedo hacer eso y me mantengo detrás de una pantalla. La pandemia fue un milagro para mí. Hago lo que me gusta y apoyo a mucha gente sin la necesidad de tenerlos en frente o conocerlos. Soy feliz con lo que hago.

Dinero:

Algo más de la mitad de mi vida me maté por el dinero y las posiciones. Carros, casas, mejores colegios, viajes, banalidades, fueron mi motivación para incrementar mis ingresos. Hoy en día no soy ostentoso, con los ingresos que llegan me es suficiente para sentirme tranquilo y feliz. Si me das un teléfono, una laptop, queso, tomates, frutas y mucha agua en la nevera puedo llegar hasta la eternidad.

Familia:

Después del fallecimiento de dos de mis hermanos me he propuesto en la unión de los que quedamos y nuestra descendencia. Mi familia lo es todo. Han pasado los años y ellos son los que están a mi lado, sin condiciones, sin exigencias, sin agobios, con mucho amor y eso que me brindan se los devuelvo multiplicado. Amo a mi familia y su felicidad es la mía.

Amistad:

He sido bendecido con mis pocos amigos comandados por mi casi hermano Tito Jaimes, un hombre ejemplar, solidario y de buen escuchar. Mi casi hermana Aracelys, sin ella no hubiese superado mis días de depresión, su amor ilumina a todos los que estamos cerca de ella. Odalys, quien en un principio fue mi siquiatra. Ella me dio la brújula de mi vida al hacerme entender quién era y el porqué de mis actitudes. Amo a esta mujer, una buena amiga. Algo que me ayuda mucho es que mis hermanos hacen de amigos y eso es maravilloso. Con hermanos como los que tengo no hacen falta más amigos. Esto es en mi universo presencial.

En un universo paralelo, existen muchas personas que demuestran su amor a través de la amistad virtual y soy agradecido por ese amor. No pelan un día sin su saludo o comentario que alegran el día. No son pichirres en sus conocimientos y siempre están a la orden para cualquier cosa. Estas personas muestran su alma, su verdadero ser, no hay posturas. Muchos están en mis redes sociales de la web 2 y en la web 3 (HIVE y otras). Son ángeles que contribuyen con mi felicidad.

Tiempo libre:

Me fascina caminar largos trayectos, eso ayuda a mantener controlada mi enfermedad crónica y me lleva a la meditación, a mi acercamiento con papá Dios. Es algo que disfruto tanto como dormir, comer y coger. Esas tres cosas son las que reinan en mi tiempo libre.

No sé si viene un cuarto ejercicio, lo que sé es que he disfrutado mucho cada ejercicio. Ahora ustedes saben quién soy y yo lo tengo más claro: un tierruo que se engaña diciendo que es un león, pero que es una rata escondida en un conejito que hace lo que le gusta. Todo eso se resume en una frase: soy feliz.