Hola, comunidad espero que se estén preparando para pasar unas excelentes vacaciones y si ya lo estás haciendo, pues entonces que el disfrute sea constante.
Revisando las propuesta de la comunidad me encontré con la de la amiga @damarysvibra cuyo tema es la felicidad en perspectiva, y como bien lo señala la columnista en su artículo, este estado emocional tiene muchas matices, ya que no todas las personas la percibimos de la misma manera, pues cada individuo concibe y la experimenta de diferente forma, para algunos puede ser pasajera mientras que para otros es permanente.
Entre las opciones que la columnista nos brinda para reflexionar escogí la frase "Qué feliz sería yo con lo que no tengo", me pareció interesante exponer mi punto de vista al respecto, ya que al vivir en una sociedad consumista puede parecer normal el que pensemos en que las posesiones nos darán la felicidad que queremos, una premisa bastante ilusoria según mi opinión.
Y como puedo saberlo, pues infinidades de veces, he estado ahí, creyendo que mi felicidad dependía de lo externo, lo que implicaba adquirir cosa que me hicieran estar contenta, no niego que cuando obtenía lo anhelado sentía una grata sensación de saciedad, sin embargo, está duraba poco, entonces, nuevamente me hallaba buscando fuese lo que fuese para sentirme feliz.
En ese tiempo mi felicidad dependía de lo que tenía desde el número de amistades hasta lo material como casa, carro, pareja, hijos, carrera universitaria y un gran etc. todo lo que se hallaba fuera de mí.
No obstante, mi propia búsqueda de la felicidad me llevo a perderlo casi todo, lo cual hizo que empezará a cuestionarme mis creencias que tenía acerca de las posesiones cuanto estas me daban la satisfacción que necesitaba, entonces mi voz interior me decía enfáticamente que no.
Darme cuenta de esto me llevo a ir tras mi verdadero estado de felicidad, no lo alcancé de la noche a la mañana tuve que trabajar mucho con la percepción errada que había construido a lo largo de los años hasta que por fin comprobé que no requería de ningún objeto, ni de ninguna persona para ser feliz.
Este conocimiento me libero de las creencias que me habían sembrado la sociedad de que si no poseía no podía lograr ser dichosa, pero esto no quiere decir que no valore ni aprecie a las personas que están a mi alrededor y que comparte conmigo día a día o que no agradezca cada objeto que me sirve para llevar a cabo diversas tareas y me dan la oportunidad de experimentar la vida de la mejor forma posible, claro que no.
Todo lo contrario desde que entendí que no necesito a nada ni nadie para ser feliz puedo agradecer cada momento que paso con alguien, pues soy consciente que lo único que verdaderamente mío es la sensación que estoy experimentando en ese instante y que no depende de cuanto tiempo esta persona este a mi lado, ya que he sido yo quien ha decidido sentir esta dicha.
Al no depender de otro puedo acceder a este estado de serenidad y plenitud cuantas veces quiera, saber esto me da libertad a mí y a quien se encuentra a mi lado, de igual manera lo aplico con mis bienes materiales los cuido y los valoro hasta que se me son útil y ya.
Lo que me brinda la oportunidad disfrutar de todo sin tener que acumular cosas que jamás voy a usar o que cumplieron su ciclo conmigo simplemente los puedo dejar marchar, pues no necesito apegarme a nada ni nadie, porque todo es pasajero, lo único que permanecerá va a ser la sensación que viví en el momento.
Entonces puedo decir que si soy feliz con lo que no tengo, y como dijo San Francisco de Asís necesito pocas cosas, y las pocas que necesito, las necesito poco.
Hi, community, I hope you are getting ready for a great vacation and if you are already doing so, then enjoyment is constant.
Reviewing the proposals of the community, I came across one of my friend @damarysvibra whose theme is happiness in perspective, and as the columnist points out in her article, this emotional state has many nuances, since not all people perceive it in the same way because each individual conceives and experiences it differently, for some it may be temporary while for others it is permanent.
Among the options that the columnist gives us to reflect I chose the phrase "How happy I would be with what I don't have ", I thought it was interesting to expose my point of view on the matter, since living in a consumerist society it may seem normal to think that possessions will give us the happiness we want, a rather illusory premise in my opinion.
And how can I know because, infinite times, I have been there, believing that my happiness depended on the external, which implied acquiring something that made me happy I do not deny that when I got what I longed, for I felt a pleasant feeling of satiety however it was short-lived, then, again I found myself looking for whatever it was to feel happy.
At that time, my happiness depended on what I had, from the number of friends I had to the material things like a house, car, partner, children, college career, and a great, etc., everything, that was outside of me.
However, my pursuit of happiness led me to lose almost everything, which caused me to begin to question my beliefs about possessions when they gave me the satisfaction I needed, so my inner voice emphatically told me no. I was not.
Realizing this led me to go after my true state of happiness, I did not reach it overnight, I had to work a lot with the misperception I had built over the years until I finally realized that I did not need any object or any person to be happy.
This knowledge freed me from the beliefs that society had planted in me that if I did not possess I could not be happy, but this does not mean that I do not value or appreciate the people who are around me and who share with me every day or that I do not appreciate every object that serves me to carry out various tasks and allow me to experience life in the best possible way, of course not.
On the contrary, since I understood that I do not need anything or anyone to be happy, I can be grateful for every moment I spend with someone because I am aware that the only thing that is truly mine is the feeling that I am experiencing at that moment and that it does not depend on how long this person is by my side, since I have been the one who has decided to feel this joy.
By not depending on others I can access this state of serenity and fullness as many times as I want, knowing this gives me the freedom to me and to whoever is next to me, in the same way, I apply it to my material goods, I take care of them and value them until they are useful to me and that's it.
This allows me to enjoy everything without having to accumulate things that I will never use or that have completed their cycle with me, I can simply let them go because I do not need to be attached to anything or anyone because everything is fleeting, the only thing that will remain will be the feeling that I lived at the moment.
So I can say that if I am happy with what I don't have, and as St. Francis of Assisi said, I need few things, and the few I need, I need little.
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