La vida nos va ofreciendo desafíos para que le saquemos el mayor provecho a dicha experiencia si deseamos aprender de ella, claro está, en la pregunta de la semana de la comunidad **¿Cuál fue el evento más devastador de tu vida?**
Sin lugar a dudas, la muerte siempre será un evento devastador por el cual transitamos y si se trata de un suicidio es más contundente por lo inesperado, por lo imprevisto, por lo descabellado, que puede parecer todo lo sucedido.
El suceso ocurrió en 2016 cuando uno de mis sobrinos a los treinta y cinco años eligió terminar con su vida, un hecho que nos tomó por sorpresa marcando un antes y un después en la familia, tener que lidiar con la caótica situación de la espera para bajar el cuerpo, mientras me preguntaba si estaría sufriendo por allí solo, con grandes deseos de entrar y socorrerlo, con el corazón partido en pedazos producto del dolor, de la impotencia de no poder hacer nada para cambiar aquella realidad llena de tristeza y desesperación.
Llevaba quince años batallando con una enfermedad mental, cada vez que el especialista hacía un cambio en el esquema de la medicación, se suscitaba una crisis, no era fáciles de digerir lo que le ocurría, más cuando no existe antecedentes familiares con este tipo de patología, no obstante nunca pensé en que esta posibilidad se podría presentar.
Al momento de conocer la noticia deseaba retroceder el tiempo, tenía la fantasía de que algo pude haber hecho para evitar lo inevitable, pero era falso, la decisión ya había sido consumada. Posterior a lo sucedido tuve que apoyar y guiar a mis sobrinas, quienes debían hacerse cargo de los servicios fúnebres y los tramite del entierro, en esos momentos funcionaba en piloto automático, todo iba pasando muy rápido para mí.
A pesar del caos y del dolor que sentía en esos instantes, lo pude afrontar con serenidad, únicamente me quedaba aceptar todo lo acontecido tal como había transcurrido por muy terrible que fuera, quedaba por sentir la culpa, la rabia, la negación y todos los sentimientos que se van viviendo durante un proceso de duelo.
Después de haber vivido está devastadora experiencia, aprecio al máximo cada momento que comparto con los miembros de mi familia, los abrazo sin motivo alguno, les expreso el amor que les tengo, cada encuentro para mí es una ocasión para festejar, porque la vida es movimiento y nunca sabemos que es lo próximo a suceder.
Life offers us challenges so that we can make the most of this experience if we wish to learn from it, of course, in the community question of the week **What was the most devastating event in your life?**
Undoubtedly, death will always be a devastating event that we go through, and if it is a suicide, it is even more devastating because of the unexpected, the unforeseen, and how crazy everything can seem.
The event occurred in 2016 when one of my nephews at the age of thirty-five chose to end his life, a fact that took us by surprise marking a before and after in the family, having to deal with the chaotic situation of waiting to lower the body, while I wondered if he would be suffering over there alone, with great desire to go in and help him, with my heart broken into pieces product of pain, of the helplessness of not being able to do anything to change that reality full of sadness and despair.
He had been battling for fifteen years with a mental illness, every time the specialist made a change in the scheme of his medication, a crisis arose, it was not easy to digest what was happening to him, especially when there is no family history with this type of pathology, however I never thought that this possibility could occur.
When I heard the news I wanted to turn back time, I had the fantasy that I could have done something to avoid the inevitable, but it was false, the decision had already been consummated. After what happened I had to support and guide my nieces, who had to take care of the funeral services and burial arrangements, at that time I was working on autopilot, everything was happening very fast for me.
In spite of the chaos and pain I felt at that moment, I was able to face it with serenity, I could only accept everything that had happened as it happened, no matter how terrible it was, I still had to feel the guilt, the anger, the denial and all the feelings that are experienced during the mourning process.
After having lived through this devastating experience, I cherish every moment I share with my family members, I hug them for no reason, I express my love for them, every meeting for me is an occasion to celebrate, because life is movement and we never know what is going to happen next.
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