Relato: Cero

Relatos relacionados

La liga dorada

Naipe 3

Fuente de la imagen: Pexels

Era de noche cuando el inspector Charles Vane regresó a su casa, luego de un largo día de trabajo.

Un día particularmente interesante, si se ponía a reflexionar sobre la negociación que sostuvo con una de las miembros principales de la temida Liga Dorada.

Probablemente de forma intencional, Naipe 8 le proveyó el código secreto del asesino del coleccionista de arte, a quien encontraron muerto de forma siniestra en su oficina.

Por lo que después pudo comentarle Spencer Sloane, líder del Sindicato de Asesinos y amigo de su difunto padre adoptivo, Naipe 3 era un hombre con una tendencia a hacer de sus misiones un caos; el incidente que protagonizó durante su última misión estaba relacionado con sus amoríos con la hija de 16 años de un poderoso miembro del narcotráfico mexicano. Éste lo había atrapado en plena relación sexual con la muchacha, y la furia paterna fue tal que hubo enfrentamiento a balazos. La jovencita murió en medio del conflicto a manos de su padre, quien a su vez fue ultimado por Naipe 3.

Para Vane, un sujeto así era un peligro para cualquier organización; viéndolo de forma fría y calculadora, no era extraño que le permitieran lanzar su candidatura al liderato de la Liga Dorada. Quizás los miembros de la Alta Mesa pensaron que el actual Cero se haría cargo de él de manera personal, o quizás estuvieron esperando a que cometiera un impulso insano para tratar de eliminarlo a su manera.

"Buenas noches, inspector Vane".

El policía se sobresaltó. Con mucho cuidado, volvió su mirada hacia la parte oscura de la sala. Un hombre joven, de unos 35 a 40 años, se encontraba sentado cerca de la ventana.

"Presumo que eres algún mensajero de la Junta Directiva", fue lo primero que dijo Vane.

Negando con la cabeza, el hombre respondió: "No, inspector. No soy de esa partida de lamebotas. En mi medio me conocen como Naipe 3".

Mirándolo con indiferencia, Vane se cruzó de brazos y le dijo: "El rival del líder de la Liga Dorada. Supongo que tengo a un matón apuntándome con la cabeza a la distancia. De nuevo, considerando la posibilidad de que Naipe 8 también lo haya hecho".

"Le aseguro que yo no hago eso. Si la bruja de Naipe 8 se lo hizo, es porque no confía en usted".

"Eso pensé. Ahora, dígame, ¿por qué está aquí?"

"Bueno... Tengo una amiga que es secretaria de uno de los miembros de la Junta Directiva; ella supo sobre el trato que usted propuso. Bastante justo y benevolente, debo decir, proviniendo del hombre que se cargó a media mafia irlandesa y convirtió las calles de Londres en una morgue. Algo que usted quiere evitar ahora".

"Cuando hay una guerra oculta que puede salirse de control, más vale prevenir muertes lamentables".

"No se lo discuto. Yo también pienso que involucrar a civiles es deleznable. Por desgracia, la Alta no lo piensa así. Digamos que les gusta ver el mundo arder mientras ellos se llevan todo lo ganado".

Intrigado ante las últimas palabras del hombre, Vane se acercó a uno de los asientos de la sala y, acomodándose en él, le pidió que se explicara.

Sin darse de rogar, Naipe 3 se deshizo en una explicación clara y concisa.

Van Hoover era el líder anterior de la Liga, y quizás uno de los más grandes que han tenido hasta ahora. Durante su liderato, él realizó una serie de reformas al Código de la Liga, las cuales garantizaba la supervivencia y la compensación monetaria a los cónyuges de sus agremiados en caso de muerte; las pensiones se realizarían a través de las cuentas bancarias comunes que los activos abrieran. Las transacciones se generarían desde una serie de fondos de ahorro abiertas en un banco de las Islas Caimán.

Los líderes retirados, lejos de morir asesinados junto con sus familias como dictaba el Código, gozarían de una liquidación multimillonaria con la cual ellos podrían tener una vida más tranquila.

Semejante repartición de dinero no fue bien recibido por los miembros de la Junta, quienes argumentaban que no había suficiente dinero en las arcas. Pero Van Hoover sabía lo contrario gracias a que Naipe 3, quien era contador profesional y uno de sus hombres de confianza, había descubierto que los miembros de la Junta habían desfalcado billones de euros durante décadas.

Vane, quien hasta el momento había permanecido en silencio, sacó sus conclusiones.

Naipe 3 no estaba interesado tanto en el liderato como en proteger la herencia de quien fuera su mentor. Las reformas habrían permitido que los miembros activos de la Liga, generalmente abandonados por las altas cúpulas tras alcanzar la vejez, tuvieran una mejor calidad de vida, lejos de la violencia de su profesión.

Pero la Junta lo veía como un obstáculo para su corrupción. Por ello decidieron asesinar a su líder y eliminar cualquier piedra que surgiera de su muerte, en ese caso a Naipe 3 y a sus fieles colaboradores. Por ello habían decidido inculpar al colaborador más fiel, al mismo tiempo que protegía a su títere.

Por ello decidieron que era momento de hacer una purga pública.

Levantándose de su asiento, Vane fue a sus habitaciones. Un par de minutos después, salió con un par de armas de última generación. Naipe 3 le preguntó qué iba a hacer, a lo que el inspector le contestó con franqueza:

"Espero equivocarme, pero me temo que Van Hoover es solo el comienzo de una gran purga dentro de la Liga".

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now
Ecency