Por muchos años sufrí porque era muy difícil entenderme.
En algunos momentos era asertivo y ayudaba en el cómo se debían de hacer las cosas, pero en otras circunstancias solamente era entusiasta y no aportaba más allá que mi desbordante energía, aun así en otro escenario aparecía para ser el crítico, el de los datos, el cuestionador que buscaba diversos enfoques. Y noté que también llegué a ser el calmado, el que ofrecía alternativas para construir conjuntamente.
Esto me quemaba. Sentía que era una persona falsa, mi personalidad era una veleta cuyos vientos de las circunstancias llevaba a sus gustos e intereses. Por años viví desconcertado y a cada respuesta obtenida siempre tenía la misma crítica que rellenaba mi insatisfacción: "no soy realmente así".
Aun así, avancé, aceptando que había respuestas que no podría obtener, pero la lectura bíblica, la oración y una vida sacramental activa me fue llevando a espacios de intimidad que no conocía, los cuales me fueron limpiando de prejuicios y miedos, me dotaron de fuerzas y convicciones para ser honesto conmigo mismo.
En ese caminar, descubrí que más allá de quién soy estaba el potencial para construir quien deseaba ser. Así pasé de ser un eterno inconforme a un eterno agradecido, abandoné la queja como escudo para justificarme y asumí las consecuencias de los muchos errores que había ido cometiendo.
Logré entender que soy eso que la gente es incapaz de ver, pero que existe, que soy una realidad biológica maravillosa y que mi universo emocional es ese tesoro que me hace vibrar al leer un buen texto, recibir un amoroso abrazo o al regalar una sincera sonrisa.
Hoy, después de muchos años, logré entender quién soy y ello me ha permitido seguir avanzando en un buque de felicidad en este mar desconocido que llamamos vivir.
Who I am
For many years I suffered because it was very difficult to understand me.
In some moments I was assertive and helped in how things should be done, but in other circumstances I was only enthusiastic and did not contribute more than my overflowing energy, yet in another scenario I appeared to be the critic, the one with the data, the questioner who looked for different approaches. And I noticed that I also became the calm one, the one who offered alternatives to build together.
This burned me out. I felt that I was a false person, my personality was a weather vane whose winds of circumstance carried its tastes and interests. For years I lived disconcerted and to every answer I got I always had the same criticism that filled my dissatisfaction: "I am not really like that".
Even so, I moved forward, accepting that there were answers that I could not get, but Bible reading, prayer and an active sacramental life led me to spaces of intimacy that I did not know, which were cleansing me of prejudices and fears, gave me strength and convictions to be honest with myself.
In this journey, I discovered that beyond who I am was the potential to build who I wanted to be. Thus, I went from being an eternal nonconformist to an eternal grateful person, I abandoned the complaint as a shield to justify myself and I assumed the consequences of the many mistakes I had been making.
I managed to understand that I am that which people are unable to see, but which exists, that I am a wonderful biological reality and that my emotional universe is that treasure that makes me vibrate when I read a good text, receive a loving hug or give a sincere smile.
Today, after many years, I managed to understand who I am and this has allowed me to keep moving forward in a ship of happiness in this unknown sea that we call living.
CRÉDITOS
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