El lado oscuro de la mente ESP/ ENG

Debo confesar que en los últimos días no me he sentido emocionalmente bien. Además, me enfermé y, sinceramente, he carecido de ánimos; mi creatividad ha estado prácticamente en cero.

Mis emociones han sido una montaña rusa. Hubo momentos en los que me sentí triste, frustrada y con una energía muy baja debido a ciertas situaciones que me afectaron. A pesar de mis esfuerzos por mantenerme positiva, me sentí emocionalmente golpeada.

Soy una persona que tiende a exigirse mucho para alcanzar sus objetivos, lo cual me ha traído buenos resultados. Sin embargo, estos dos años en la universidad han sido particularmente difíciles. He tenido profesores que, a pesar de poner todo mi empeño, nunca parecen satisfechos. Al llegar las vacaciones, mi mente y mi cuerpo, al liberarse de la presión de estudiar para tres parciales y un seminario cada semana, experimentaron un colapso: el estrés acumulado se desbordó y sufrí una crisis de ansiedad.

Una noche, mientras hablaba con mi novio por WhatsApp, comencé a sentir taquicardia; mi corazón latía descontroladamente y me costaba respirar, como si me ahogara. Lloré desconsoladamente sin entender por qué, y mi cuerpo se tensó. En esos momentos, cuestioné todo y me sentí agotada y frustrada, con ganas de rendirme. Estos años han sido complicados económicamente, ya que debido a mis estudios, no he podido generar un ingreso estable para ayudar más a mi familia.

Al percibir que algo no estaba bien, mi novio decidió llamarme para saber qué me ocurría. Me brindó su apoyo incondicional, ofreciéndome calma, comprensión y cariño, lo que me ayudó a centrarme nuevamente en mis objetivos. También me ayudó a recordar que no estoy sola; cuento con personas maravillosas que están a mi lado y creen en mí.

A veces, estos recordatorios son necesarios, ya que el estrés puede abrumarnos y hacernos olvidar nuestra capacidad para seguir adelante y dar lo mejor de nosotros. Es fundamental aceptar que no siempre podemos controlar todo y que, en ocasiones, es necesario soltar ciertas cosas para permitir que fluyan, evitando así la sobrecarga de trabajo. Debemos aprender a vivir un día a la vez.

Agradezco a Dios que me he sentido un poco mejor. He logrado retomar mis meditaciones y practico ejercicios de respiración cuando la ansiedad me invade, lo que me ayuda a calmarme. Además, he estado pintando mandalas, una actividad que me permite drenar emociones y sentirme más equilibrada.

Cuidar de nuestra salud mental es esencial, especialmente en este mundo tan acelerado en el que vivimos. Es importante encontrar actividades que nos ayuden a liberar el estrés diario para evitar acumularlo y llegar al colapso, como me sucedió. Nuestras emociones y sentimientos pueden manifestarse en malestares físicos y mentales si no les damos la atención que merecen.

Si nos quedamos anclados a esos pensamientos negativos de sentir que no podemos o que no somos suficientes, definitivamente caeremos en un abismo y resulta difícil salir de ahí, porque cada día se van fortaleciendo esas ideas que nos llenan de inseguridades y nos deprimen. Debemos tener la fuerza de voluntad y creer cada día que si se puede. Cada persona lleva un ritmo y un tiempo determinado para hacer las cosas, no nos comparemos con nadie.

Este post me ha sido útil para desahogarme, reconocer y sanar esas emociones que me desequilibraron por unos días. Sigo trabajando en mi bienestar mental y en seguir adelante con determinación, pero llevando las cosas con más calma. Creo en mi capacidad de aprender y avanzar en mis estudios, como también en las de buscar herramientas que me permitan una tranquilidad financiera, porque tengo habilidades que puedo desarrollar con ese fin. Se que puedo lograr todo lo que me proponga y tengo el apoyo de seres que son incondicionales conmigo, por lo cual me siento muy agradecida. Fortalecerme mentalmente es mi meta para así, continuar y seguir avanzando con firmeza. El mantra que repito todos los días ahora es: Soy fuerte, creo en mí y lograré mis metas. Soy fuerte, creo en mí y lograré mis metas. Soy fuerte, creo en mí y lograré mis metas.

I must confess that in the last few days I have not been feeling emotionally well. In addition, I got sick and, honestly, I have been lacking in spirits; my creativity has been practically at zero.

My emotions have been a roller coaster. There were times when I felt sad, frustrated and with very low energy due to certain situations that affected me. Despite my efforts to stay positive, I felt emotionally beaten down.

I am a person who tends to push myself to achieve my goals, which has brought me good results. However, these two years at the university have been particularly difficult. I have had professors who, despite my best efforts, never seem satisfied. When the vacations arrived, my mind and body, released from the pressure of studying for three midterms and a seminar each week, experienced a breakdown: the accumulated stress overflowed and I suffered an anxiety crisis.

One night, while talking to my boyfriend on WhatsApp, I began to feel tachycardia; my heart was beating uncontrollably and I was struggling to breathe, as if I were drowning. I cried inconsolably without understanding why, and my body tensed up. In those moments, I questioned everything and felt exhausted and frustrated, wanting to give up. These years have been complicated economically, since due to my studies, I have not been able to generate a stable income to help my family more.

Sensing that something was not right, my boyfriend decided to call me to find out what was wrong. He gave me his unconditional support, offering me calm, understanding and love, which helped me refocus on my goals. She also helped me remember that I am not alone; I have wonderful people who stand by me and believe in me.

Sometimes these reminders are necessary, as stress can overwhelm us and make us forget our ability to move forward and do our best. It is essential to accept that we cannot always control everything and that sometimes it is necessary to let go of certain things to allow them to flow, thus avoiding work overload. We must learn to live one day at a time.

I thank God that I have been feeling a little better. I have managed to resume my meditations and I practice breathing exercises when anxiety invades me, which helps me calm down. I have also been painting mandalas, an activity that allows me to drain emotions and feel more balanced.

Taking care of our mental health is essential, especially in this fast-paced world we live in. It is important to find activities that help us release daily stress to avoid accumulating it and collapse, as happened to me. Our emotions and feelings can manifest themselves in physical and mental discomfort if we do not give them the attention they deserve.

If we remain anchored to those negative thoughts of feeling that we cannot or that we are not enough, we will definitely fall into an abyss and it is difficult to get out of there, because every day those ideas that fill us with insecurities and depress us get stronger. We must have the willpower and believe every day that we can do it. Each person has a rhythm and a determined time to do things, let's not compare ourselves with anyone.

This post has been helpful for me to vent, acknowledge and heal those emotions that threw me off balance for a few days. I continue to work on my mental wellbeing and to move forward with determination, but taking things more calmly. I believe in my ability to learn and advance in my studies, as well as in my ability to look for tools that will allow me financial peace of mind, because I have skills that I can develop for that purpose. I know that I can achieve anything I set my mind to and I have the support of people who are unconditional with me, for which I feel very grateful. To strengthen myself mentally is my goal so that I can continue and move forward firmly. The mantra I repeat every day now is: I am strong, I believe in myself and I will achieve my goals. I am strong, I believe in myself and I will achieve my goals. I am strong, I believe in myself and I will achieve my goals..