Hacer Yoga representa establecer una conexión con el interior y el entorno que te rodea, la unión del ser individual con la consciencia universal. Realmente se puede hacer Yoga en cualquier lugar, solo se debe disponer de un cuerpo y una mente enfocados, pero trasladarse a un lugar donde haya abundante naturaleza propicia muchas mas condiciones para encontrar la conexión con tu ser interior y armonizarse a los ciclos naturales.
En esta oportunidad pude realizar un viaje que me llevo hasta la Gran Sabana Venezolana, una de las bellezas naturales de Venezuela y uno de las formaciones geológicas mas antiguas del mundo, ahí podremos encontrar grandes macizos llamados Tepuyes (es una clase de mesetas especialmente abruptas, con paredes verticales y cimas relativamente planas, estas montañas son las formaciones expuestas más antiguas en el planeta pues su origen data del Precámbrico). Mi intención era conectarme con la mágica energía de este lugar por lo cual me dispuse a realizar mis practicas de Yoga y meditación ahí.
Debo contarles que para realizar las Asanas que aquí les mostrare me encontré con elementos que no esperaba, como superficies muy rocosas, vientos muy fuertes, suelos resbalosos como los de las cascadas e insectos chupa sangre bastante intensos (jajaja) sin embargo esto formaba parte de hacer Yoga y conectarse con la naturaleza del lugar. Ha sido uno de los viajes que mas he disfrutado y de los lugares mas hermosos que he contemplado, intentar describir lo que se siente es muy complicado es mejor estar en el lugar y simplemente vivirlo.