La Hidroterapia 💧


Desde siempre hemos escuchado a cualquier persona que se encuentra en un momento de estrés, por el trabajo o cualquier situación, decir que necesita ir a relajarse en una piscina. Es común y es muy cierto que uno consigue liberar muchas tenciones que se adquieren en la vida diaria cuando uno se da el gusto de relajarse en un entorno como este, pero todo esto no es casualidad, no es casualidad que sintamos esa sensación cuando nos bañamos en una piscina y es que desde hace mucho tiempo se viene estudiando los beneficios que ofrece el agua para aliviar diversas patologías que nos ocasionan limitaciones para caminar o realizar cualquier actividad de la vida diaria. 

Hoy vamos a hablar un poco sobre los beneficios de la hidroterapia y por qué es tan beneficiosa. El entorno acuático es muy utilizado hoy en día para mejorar los síntomas que producen las enfermedades neurológicas, como: alteraciones del equilibrio, la marcha, tono muscular, etc. Pero de igual manera es utilizada para sanar otras patologías como fracturas o esguinces, incluso no solo para aliviar sino también para prevenir debilidades musculares y mejorar la calidad de vida.

¿Cuáles son los efectos del agua?

Realmente son muchos y pueden variar dependiendo de la temperatura del agua, pero en general son los siguientes: 

La flotación: Permite reducir el peso corporal, de manera que los pacientes con problemas motores, ven facilitado su movimiento y destreza dentro del agua. La disminución de la gravedad en el entorno acuático permite reducir el impacto en las articulaciones, lo que es muy beneficioso para personas con artritis o artrosis. Debido a que los movimientos se ven facilitados permite realizar movimientos que fuera del agua son más difíciles, lo que es excelente en personas con post-operatorio de cadera y de cualquier articulación, alteraciones de la marcha por accidentes cerebro-vasculares (ACV), pérdida del equilibrio, debilidades musculares, etc. Además esta facilidad de realizar movimientos ayuda significativamente en el estado de ánimo de los pacientes.

Resistencia: La resistencia que ofrece el agua es de gran ayuda para fortalecer a los músculos que se encuentren débiles y que no estén desarrollando su función correctamente.

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Presión hidrostática: Este efecto físico es la fuerza con la que el agua presiona al cuerpo sumergido y es directamente proporcional con la profundidad, es decir, que mientras más profundo se esté sumergido mayor va a ser esta presión, que es muy beneficiosa porque ayuda a drenar el líquido acumulado causante de la inflamación. Por ejemplo en un esguince de tobillo, estar sumergido en una piscina de pie, hará un mayor efecto en nuestras extremidades inferiores y reduciendo considerablemente la inflamación. 

Movimiento del agua: Este movimiento que puede ser producido por chorros de agua incorporados en la piscina o por el mismo terapeúta, es especialmente beneficiosa para aquellas personas con alteraciones de la marcha y el equilibrio como en el caso de una persona con Parkinson, porque obliga al paciente a trabajar su equilibrio (la propiocepción y su respuesta motora en los músculos y articulaciones)  sin el riesgo de caer en una superficie dura, como el piso. 

Además de todas estas propiedades mecánicas, se puede agregar otras más, como decía anteriormente la temperatura puede modificar los resultados de la terapia, por ejemplo, el agua tibia tiene efectos sedantes que son de gran ayuda para relajar musculatura pero por el contrario el agua más fría tiene efectos estimulantes, ideales para fortalecer (todo lo contrario al agua tibia). Se pueden agregar distintos químicos al agua, dependiendo de los efectos que se quieran provocar, para ayudar a disminuir inflamación o cualquier otro efecto que se pueda alcanzar mediante un medicamento. 

Ya podemos ver que la hidroterapia tiene sus bases teóricas bien fundamentadas y es actualmente una de las herramientas que más se utilizan en la rehabilitación de pacientes pero cabe destacar que se acompañan con otras técnicas manejadas por los fisioterapeutas que se combinan con los efectos del agua y ayudan a obtener mejores resultados que si se utilizaran estas técnicas por separado. En fin son muchos los usos y aplicaciones que se le da al agua pero lo cierto es que es 100% efectiva para sanar cualquier patología. 

Espero que les haya gustado esta publicación y que no duden en aprovechar estos maravillosos efectos que nos brinda el agua si algún día lo llegasen a necesitar o solo para mantenerse en mejor estado físico. Que pasen un feliz domingo y nos vemos en una próxima publicación. 

Bibliografía consultada:  Fisioterapia en neurología - Marta Bisbe

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