Hola, amigos de Steemit. El tema sobre el cual les quiero conversar hoy gira alrededor de una institución de relevancia en la vida del niño: la escuela primaria. Acompáñame a revisar algunos conceptos, digamos, tradicionales y progresar hacia lo que hoy conocemos como la institución pilar en el futuro educativo del niño, tomando como referencia las opiniones de un destacado intelectual y filósofo español: Fernando Savater.

Fuente: pixinio dominio público

La escuela es, sin duda, uno de los lugares más cotidianos en la vida del niño. Es una comunidad específica de carácter educativo donde los niños ingresan, prosiguen y culminan su formación primaria. Sobre la escuela se han dado múltiples definiciones.

La escuela es aquel establecimiento de tipo educativo en el cual se imparte enseñanza de tipo obligatoria.

Establecimiento educativo en el cual se imparte enseñanza.

Entendemos por escuela a aquella institución que se dedica al proceso de enseñanza y aprendizaje entre alumnos y docente.

La escuela es una de las instituciones más importantes en la vida de una persona, quizás también una de las primordiales luego de la familia, ya que en la actualidad se supone que el niño se integra a ella desde sus años tempranos para finalizarla normalmente cerca de su adultez.

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Fuente: pixabay CC0 Creative Commons

Si nos tomamos el tiempo suficiente de analizar estos conceptos nos podemos dar cuenta de que hay algunos elementos fundamentales que colocan a la escuela como una institución donde las acciones y formas de proceder parten de estudiantes, docentes y se desplazan hacia la familia. Además, dejan ver claramente que la escuela es una institución de orden cultural y social como una micro-sociedad con todas las características de su referente.

Estas son algunas de las razones de peso que fundamentan a la escuela como administradora de la organización de la educación y de la formación de grupos de aprendientes en función de contribuir en forma directa al progreso y bienestar social de un país.

La escuela como hoy la conocemos, es el fruto de un período histórico de desarrollo. Partiendo desde las sociedades primitivas que impartían formación difusa en forma espontanea hasta la estructura que hoy conocemos. Recordemos, además, que la Revolución Francesa permitió, por ejemplo, la instauración y difusión de la escuela primaria en el sistema educativo.

Es en este sistema que la escuela cumple sus funciones. Una de ellas es reunir una masa de estudiantes para transmitir en forma global las ideas y fundamentos del proyecto político-educativo de un país, ya que no puede estar neutra y mucho menos a espaldas de realidades sociales concretas. La escuela selecciona y clasifica.

Otra de sus funciones es la de involucrar el contexto social local donde pertenecen los estudiantes para dar contextualización a los aprendizajes. Es decir, como estrategia para que el niño se sienta parte importante de la oportunidad del acto de aprender.

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Algunas veces, sin embargo, la escuela no guarda correspondencia con lo que sucede a nivel social, “en la vida real”, porque se estanca en la transmisión de contenidos e información inconexa y poco significativa en la vida del estudiante e incluso de la realidad del país.

La consecuencia más grave es que los los niños pasan los años de escolaridad en un mundo diferente al que viven, que no es capaz de brindarles las herramientas, a veces las más básicas, que le puedan ayudar a construir un proyecto de vida a futuro.

A pesar de los años que han transcurrido para que la escuela asuma su papel innovador en la estructura de la vida del país y de los estudiantes; al parecer no ha cubierto estas expectativas. Se ha quedado al margen de la historia y al margen de la vida de los niños.

En este sentido, Fernando Savater propone toda una visión sobre la educación, los docentes, los niños y la escuela. Lo cual representa una valoración totalmente opuesta a lo que se viene señalando.

En la educación, como en las grandes aventuras de la vida, tenemos que mantenernos en una tensión continua: quien se resigne a permanecer sentado, esperando que suceda algo, se pierde lo mejor, porque incluso olvidará hasta lo que creía saber. Quien se lance sin freno en pos de novedades y entretenimientos, nunca tendrá tiempo suficiente para saborear, ni para aprender. Fernando Savater nos habla de razones. Hablemos de razones.
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Fuente: pixinio dominio público

Y es que una de las razones que nos expone este autor está centrada en que la escuela debería ser la institución que por excelencia ayude al niño a concientizar cuál es la realidad de nuestros semejantes.

Antes que nada, la educación es la revelación de los demás, de la condición humana como un concierto de complicidades irremediables
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Esta propuesta de Savater me impresiona por dos aspectos. El primero es la distancia que toma con respecto a la visión tradicionalista de la escuela; el segundo es que deja ver con toda la luz y la fuerza del pensamiento crítico que el ser humano está viviendo un momento de crisis en su “humanidad” y que la educación ha ignorado, por lo que ya es tiempo de que redimensione su función social fundamental que es rescatar al ser humano de su centro y prepararlo para el ámbito social.

Por otro lado, este autor nos propone, por medio de estas reflexiones, que la escuela reconcilie su función principalmente de orden social, y eduque para la vida. Que ayuda al niño a descentrarse de sus experiencias personales y las coloque al servicio de la construcción colectiva de su entorno.

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En palabras de Savater:

Lo que queda al descubierto en el episodio que he relatado es que estos estudiantes no han adquirido los conocimientos suficientes que los haga capaces de traspasar el contexto que es delimitado por sus experiencias propias.
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Las escuelas en las que nos formamos no distan mucho de las de ahora, es por eso que si nuestras funciones laborales están relacionadas con cualquier comunidad educativa, para que comencemos a abonar el terreno de lo posible desde nuestras experiencias y nuestros conocimientos, ayudemos a fomentar cada día el cambio con el que sueñan miles de maestros, padres y niños, estoy segura.

Les dejo el enlace al texto de Fernando Savater: El valor de educar. Es una joya que les recomiendo que lean porque sugiere una nueva visión y misión de los docentes y el papel de las instituciones educativas.

Gracias por tu lectura, tu visita, tu atención y espero vernos en una próxima oportunidad.

Referencias.

Fuente: Algunas ideas centrales de Fernando Savater acerca de la educación.
Fuente: Definición de la escuela.
Fuente: “Escuela” (Fernando Savater)
Fuente: Significado de la escuela.

Fuente: pixabay CC0 Creative Commons