El centro de Caracas, aun con su abandono y desidia gubernamental, conserva vestigios de su pasado colonial. Sobre todo la manzana cercana a la plaza el Venezolano, con la Casa Natal del Libertador y el centro de Caracas, Plaza Bolívar, mantienen pocas pero hermosas estructuras de la colonia o tiempos posteriores con estilos góticos o neoclásicos.
Cuando comparamos con otros países de nuestra América (Colombia, Perú, Argentina, etc.) sin ver Europa o Asia, vemos que no conservamos ni la mitad de las casas e iglesias de esa época, lo cual habla mucho de nuestro desdén por la historia, con el riesgo alertado por el Libertador cuando decía que "un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción"
