Los seres humanos que se han dedicado a la medicina como profesión o como llamado a servir, han hecho investigaciones y aciertos en favor de la vida, tanto para restaurarla de una enfermedad o para la prevención. Sabemos de la existencia de las vacunas y de los tratamientos, unos sencillos y otros más complejos. En fin la esperanza de vida en el último siglo se ha incrementado eficazmente.
¡Demos gracias a los galenos por su entrega!
Sin embargo, la vida y la muerte no dependen de la medicina, dice la sabiduría judía y otros compendios espirituales sagrados; los médicos que son humildes en sus conocimientos, aceptan que hay un Creador superior, que determina un principio y un fin para cada una de sus creaciones. En la imagen vemos como un grupo de médicos creyentes en la trascendencia humana, rinden una venía de respeto a la persona que partió de esta vida.
¡Confiemos -dirán- que el altísimo Dios lo lleve a su reposo!
