Son innumerables y muy diferentes las situaciones que cada individuo tiene para emigrar, pero emigrar es una “Tormenta de Sentimientos” desde el momento en que esa opción pasa por tu cabeza, las consideraciones, las toma de decisiones, hasta la realidad.
Es muy difícil tomar esa decisión, son demasiados los elementos que ponemos en nuestra balanza para tomar la decisión correcta. Comenzando con lo económico, pasando por pensamientos temerosos, consejos positivos y negativos, el sentimiento que causa dejar lo que uno conoce, sus costumbres, sus raíces, su vida entera.
Esta es mi historia, narrada desde mi perspectiva, una aventura cargada de emociones y situaciones buenas y malas en la búsqueda del porvenir.
Todo comienza a principios del año 2018 cuando comienzo a evaluar las opciones de subsistencia, viviendo en un país que cada día se deteriora y negando aceptar la posibilidad de emigrar.
A mi modo de ver las cosas, los valientes que toman la decisión de emigrar solo lo hacen en la búsqueda de una mejor vida, una necesidad que se hace urgente en el país donde tuve la dicha de nacer.
Mis razones para emigrar:
1.- Hace año y medio fui víctima de un asalto, en donde me dieron un tiro en una pierna para robarme. 2.- Un accidente automovilístico hace un año, para evitar que me robaran el carro. 3.- Una preciosa hija que en su adolescencia no tiene oportunidad de vivir en libertad, donde no tiene opciones de seguridad y mucho menos de cumplir sus sueños. 4.- El mejor año de crecimiento laboral, sin una recompensa justa, porque el dinero se convierte en polvo.Seguramente habrán otras opciones pero en este primer post les resumo estas, las cuales considero razones suficientes para a pesar de la tristeza de estar lejos de tus seres queridos, es necesario hacerlo.
¡Los espero en la segunda parte de esta aventura!
