La frágil economía venezolana

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Uno de los países que tiene una de las tasas inflacionarias más altas en el mundo es Venezuela, que a su vez también posee una frágil economía. Esto está clarísimo. En realidad es frágil en todo ámbito en cuanto a gobernabilidad se refiere. Sin embargo, hablemos solo de su situación económica.

El cuadro inflacionario poco a poco ha mermado. Pero... Cabe destacar que no es hasta el reciente año 2021 que logra salir de dicho cuadro. El segundo más largo del mundo.

Aproximadamente 4 años atrás inició una serie de flexibilizaciones que buscaban mejorar el esquema económico. Sin embargo, en pleno 2022 se observa un nuevo control de precios. Estas acciones de control buscan socavar la nueva brecha inflacionaria que se ha generado. Brecha que ubica a Venezuela nuevamente en el top de países con mayor inflación en el mundo.

En efecto, esto ha dado como resultado un duro vuelco en la economía venezolana. Donde existe un dólar paralelo que crece exponencialmente. Y que, el propio BCV inyectando liquidez a la banca busca solventar para mantener una tasa acorde a la oficial que dictan propiamente en el Banco Central de Venezuela.

Ciertamente, los precios de los productos/servicios suelen escalar. Esto es un claro ejemplo de lo que vulgarmente denominamos como inflación; y en Venezuela ocurre de forma seguida cuando observamos esa volatilidad de tasas, es decir, la tasa oficial, y la paralela.

En consecuencia, se perciben ciertas medidas que articula el gobierno. Las cuales intentan frenar estás acciones, pero claramente han sido ineficaces. Los trabajadores públicos aquellos que ganan un sueldo en bolívares, son unos de los mayores afectados por esta gran problemática.


Hace algunos días atrás, veíamos la variación cambiaria en bolívares. Por ejemplo si se vendía en ese momento #USDT en #Binance vía #P2P a una tasa promedio, y luego compraban artículos a tasa BCV se estarían ahorrando aproximadamente 0.28$ por dólar. A esto se le denomina #arbitraje financiero

En este sentido, algunos se benefician, es decir, aprovechan la situación que ha generado el propio gobierno. No obstante, otros son los perjudicados. En su mayoría, los comerciantes, que al no poder desligarse de la tasa oficial, aumentan sus productos en dólares. Y paulatinamente aumentan los precios en todo ámbito.

Es entonces donde se genera una cadena que desarticula una economía en la que se percibía cierta mejora, al menos no desvariaba mucho. Pero en la actualidad volvimos a un completo desastre. Incluso llegando a un punto de generar liquidez para aliviar pagos en el sector público.

Esto es solo un pequeño contexto. El tema es súper amplío. Pero al menos deja nota de lo que sucede, y de hechos que intrínsecamente se repetirán en un futuro.

La depreciación del bolívar como moneda es evidente y mantenerlo a flote ha costado mucho

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