Amor a primera vista
Era un día como cualquiera… el cielo nublado y un intenso frío arropaba a todos los sancristobalenses, la gente se acostumbraba a utilizar chaquetas para este clima tan agradable. Un joven llamado Cristian con grandes cualidades académicas, estudiaba en la universidad de Los Andes. Cierto día, después de clases debía dar una preparaduria de gramática a estudiantes del tercer semestre.
-¡Buenos días, muchachos! Mi nombre es Cristian Sánchez y seré su preparador de gramática-les dice Cristian mientras sonreía alegremente.
Luego de presentarse, explicaba el concepto de Morfología y sus ejercicios gramaticales, de pronto, observó a una jovencita hermosa e inteligente, el cual, participaba muy a menudo y la clase se hacía más interesante.
Bueno muchachos, según la oración “Carlos llegó a casa a las diez de la mañana”, primero, debemos hallar el sustantivo, sabemos que es aquel que nombramos, ¿Sí?, podemos observar que la palabra “Carlos” es un nombre propio, entonces podemos decir que es un sustantivo concreto, propio, ¿Alguien me podría decir en qué tiempo está el verbo “llegó”, según la nomenclatura de Andrés Bello?
La jovencita que siempre participaba dijo:
--Pretérito imperfecto – dice la joven
-¡Muy bien! Porque la acción concluye. Les daré unos trucos para que puedan identificar el verbo; aquellas palabras que al final de la vocal termina en tilde siempre será pretérito imperfecto – dice Cristian.
- Ahora seguimos con la palabra “a”, según en la guía es una preposición, ¿Sí?, deben estudiar las preposiciones para que no tengan ningún problema, sigamos con la palabra “Casa”, ¿Alguien podría decirme cuál es su morfología?
- ¡Es un Adverbio! - responde un joven con una mirada de picardía.
-¡No!, es un sustantivo concreto, común. -responde la joven con tono de seguridad.
Exacto, claro un adverbio no puede ser, porque no está modificando al verbo o a un adjetivo o incluso a otro adverbio, en este caso sería un sustantivo – Dice, Cristian
Luego de la clase, él se reúne con aquella joven interesante, quién participó en la clase y le dice: Sigue así y con la práctica aprobarás el parcial del profesor Hook.
La joven alegre por lo que dijo el preparador se presenta:Mi nombre es Karen Montilva y ¿Me podrías explicar el miércoles en la tarde?
Claro, pero trata de buscar más estudiantes para poder explicarle a los demás, está es mi tarjeta, para que me contactes - Dice Cristian
Cristian dentro de sí pensó:
¡Wow! Qué chica más hermosa, lo que más me impacto fueron sus lindos ojos, algún día la invitaré a salir…
Al día siguiente antes de entrar a clases, Cristian se encuentra con su mejor amiga llamada Alejandra y éste le cuenta lo sucedido el día pasado.
-¡Hola, Alejandra! ¿Cómo estás?
-¡Hola, Cristian! Muy bien y ¿tu?- le responde Alejandra con un beso en la mejilla
-¡Muy bien!, gracias a Dios, ¿Sabes? Algo me pasó ayer cuando estuve impartiendo una preparaduria…
-¿Qué te ocurrió?- le dice Alejandra un poco preocupada.
-Relájate, no me pasó nada malo, simplemente después de dar clase, vi a una chica muy hermosa, morena con unos ojos hermosos y su sonrisa, ¡Uff! Su sonrisa causa en mí una gran alegría
-¡Esoo! Bueno ánimo y todo con calma- Dice Alejandra
Cristian tenía pensado después de la clase del miércoles, invitar a Karen a tomar un café.Bueno muchachos, hagan los ejercicios de la guía, ya que el único secreto de esta asignatura es la práctica, ya saben el conocido refrán, “El que practica Dios lo ayuda”, no esperen es “El que practica pasa el examen”, bueno la idea es ésa ¿No? ¡Jajaja!
-¡Jaja! ¿No será la práctica hace al maestro? - le responde Karen mientras se arregla el cabello
-¡Jaja! Así es, era para ver si estaban atentos. Responde Cristian alegremente
Todos alistaron sus cosas y se fueron pero Karen se quedó hablando con Cristian puesto que en ellos se sentía una conexión, en ese instante él la invita a tomar un café
Oye Karen ¿qué dices si vamos a tomar un café que venden en Café Express?
Me parece muy bien, ¡Vamos!
Al llegar a Café Express, Cristian se dirigió hacía una mesa que tenía una hermosa vista hacia montañas que allí se ubicaba frente al establecimiento
-Señor, ¿Desea ordenar?- Dice el mesonero a Cristian
-Sí, señor. Por favor dos café con leche y dos brownies
Mientras esperaban los brownies hablaban de sus cosas para conocerse mejor
-¿Qué películas te gustan?- Dice Karen
-Las de acción y las de comedia, también considero que las de Adam Sandler son realmente buenas - Responde Cristian
-¿En serio?, a mí también me gustan ese tipo de películas, hay una en particular que me encanta, se llama Los Indestructibles, lástima que sólo sacaron dos películas. Dice Karen
-¡Jaja! Si supieras, ellos sacaron una secuela más de los indestructibles- Afirma Cristian
-¡No puede ser! Si se entera mi padre se alegraría mucho
-Claro dile, la película es muy buena, ya después tendremos tiempo para verla
Después Karen le comenta que es hija única, media hora después, Cristian le enseño unas fotos con sus hermanas
-Mira ellas son mis hermanas y casualmente una de ellas se llama Karen, qué coincidencia ¿no?
-¡Wow! Son muy lindas, mira a mi hermano- Responde Karen mientras revisa el celular- ¡A ver!- Contesta Cristian
Ella lo mira con una seriedad y Cristian confundido con su expresión le pregunta: -¿Qué pasó?
-¡Jaja! Soy hija única- Responde Karen de manera sonriente
-¡ah! ¡Ja ja! No recordaba, me gusta mucho tu sentido del humor.
Luego de tantas risas el mesonero les llevo su pedido, los dos café y sus dos brownies, ambos los probaron, a Karen le gusto el postre y Cristian contento por haberla complacido, y así pasó el tiempo hasta dar las seis de la tarde y Cristian le dice:
-Mira la hora, es un poco tarde y vives lejos Karen - ¡Tienes razón!, el tiempo se nos fue volando
-Voy a pagar y luego iremos a la parada de tu autobús- Responde Cristian
Al llegar a la parada, Cristian se despide de Karen y le dice que por favor le avise apenas llegue a su casa, así pasaron 3 meses conociéndose hasta que Cristian le escribe una carta mostrando sus sentimientos y se la entrega al otro día en la universidad y esa misma noche Karen le escribe por mensaje de texto a Cristian:
-¡Buenas noches, Cristian!, de verdad muchas gracias por la carta, créeme que mientras leía tu carta sonreía mucho, eres muy tierno, muchas gracias.
-¡Buenas noches, Karen!, no fue nada, escribí la carta con mucho cariño y bueno después de varios meses conociéndonos descubrí muchas cosas en común desde la música hasta nuestra manera de ser, eres una chica única, tus cualidades me encantan, eres una persona responsable, noble, sincera y lo más importante humilde, nunca cambies…
-¡Aww! Que bonitas palabras, también creo eso en ti y yo también escribí algo de forma espontánea: Un día vuela el otoño que atrae risas como un imán al hierro, risas que se expresan con sonrisas, aquella misma que espontáneamente veo fulgurar en tu rostro cuando simplemente eres tú mismo. Posees una coordinación perfecta entre tus ojos y tus labios que dicen más de lo que una personalidad pueda decir, por eso es que esta noche te digo que no dejes de ser quien eres pues siendo como eres, eres en sí mismo a felicidad.
-Oye qué bonito de verdad, escribes muy bien y es un lindo detalle de tu parte, muchas gracias hermosa.
Y así pasó el tiempo, exactamente un año desde que se conocieron en un aula para una clase de gramática, a Cristian se le ocurrió declarársele de una manera sorpresiva hacia Karen. Ese mismo día fueron juntos un domingo a misa, después que terminaron la eucaristía él se le acercó con un ramo de rosas rojas y le dijo:
-¡Oh, amada mía! En estas rosas que te presento, estás tú. Una rosa simboliza las sonrisas que día a día me das con tanta felicidad, la siguiente rosa simboliza la sinceridad y la humildad que he logrado ver en ti, la tercera simboliza ese buen humor tuyo que cada mañana me inspira a estar sonriente y alegre, la última representa el amor que siento por ti y por último, me harías el hombre más feliz del mundo si pudieras contestarme una sola pregunta: ¿Quieres ser mi novia?
-Sí ¡Sí quiero ser tu novia!- Responde Karen con lágrimas en los ojos
Cristian tenía la respiración acelerada, no podía creerse que estaba en aquella situación junto a ella, con la persona que tanto quería y a punto de besarla, Karen se acercó con suavidad; sus mejillas estaban sonrojadas pero no tanto como las de Cristian. Los dos estaban nerviosos pero anhelantes, por fin sus labios se tocaron. El corazón de la joven se aceleraba aún más y casi se podría notar como sus dedos estaban aferrados a su camisa. Se separaron y evitaron mirarse a los ojos por un momento hasta que Cristian la abrazó con cariño…- ¡A ver!- Contesta Cristian
FIN
Autor: Nelson A. Mendoza R.
