Día a día en los puentes internacionales de la frontera se ven venezolanos cruzando buscando un mejor futuro para sus hijos y familiares nunca creyeron que años de riquezas iban a dar un giro de 360 grados y terminarían así.
Una dictadura que ellos mismo eligieron pensaron que al regalarles un mercado un subsidio o pagarles por no trabajar pensaron que estaban haciendo lo correcto los que pasó fue que no midieron las concecuencias y ahora el país se desborda en la miseria.
Dios tenga piedad y devuelva sus riquezas a Venezuela y vuelva a ser la prospera que conocíamos..