Fuente
Quijote
como si fueran buitres que huelen mi miedo.
Me rodean lento pintándose de negro,
se ponen elegantes
anticipando mi entierro.
con el niño que se siente solo
y extraña a los que se fueron,
con el hombre que se rebela
ante el orden que le imponen terceros.
contra molinos de viento,
desesperado manoteo
para no ahogarme con lo que siento:
una impotencia que como bloque de cemento
me jala hasta el fondo
de mis afluvios internos.
corro en contra del viento,
me arrastro colina arriba,
camino a ciegas
mientras caen martillos del cielo.
Es la historia de vida,
mi alimento eterno,
lo que me hace fuerte,
lo que curte la piel de mi cuerpo.
a veces siento que ya no puedo,
y es cuando los merodeadores me acechan,
cuando las heridas de guerra queman
como si fueran candela,
y ya no sé si las lágrimas
son de dolor o son de miedo.
que la libertad cuesta,
que hay que luchar por lo que vale la pena,
y me monto en el valor que me queda,
me pongo mi armadura
de pundonor y de vergüenza
y me enfrento a los molinos de nuevo,
que si bien esta es una vida que se vive muriendo,
hay que morirse viviendo.
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