Tu experiencia e interés por la ciencia de lo cotidiano, me anima a considerar la posibilidad de que hayas escuchado en algún momento la sugerencia médica, de padres o abuelos respecto a la conveniencia de masticar adecuadamente los alimentos que llevamos a nuestra boca y, con seguridad, en algunas ocasiones quizás dudaste de tal apreciación. Por eso, en este artículo te daré algunas razones para atender este requerimiento y hasta difundirlo entre amigos, con la intención de garantizar una sana digestión y absorción.
Sistema Digestivo
Antes de puntualizar las indicadas razones, es necesario precisar que nos referimos a uno de los sistemas de mantenimiento del cuerpo humano: el sistema digestivo o tracto gastrointestinal, el cual podemos dividir con propósitos didácticos en una porción tubular llamada tubo digestivo y sus órganos accesorios.
Se estima que el TGI tiene una longitud aproximada de 9 metros desde la orofaringe (boca) hasta el ano, incluyendo los segmentos denominados esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso. Trabajan en conjunto con los dientes, la lengua, glándulas salivales, hígado, vesícula biliar y páncreas.
Digestión y Absorción
El sistema digestivo realiza de manera general dos grandes funciones: la digestión y la absorción de los nutrientes, gracias al trabajo cooperativo de cada una de sus partes y estructuras anexas. Los alimentos que ingerimos entran a la fase de digestión mecánica en la boca donde son segmentados y triturados por los dientes, además, de ser mezclados con las enzimas de la saliva para iniciar la digestión química con el concurso de la lengua y las glándulas salivales, razón por la cual hay que tomarse el debido tiempo para que ambos procesos -mecánico y químico- ocurran de forma adecuada.
Masticación y Pool Enzimático
Masticarlos bien y mezclarlos con dedicación –aparte de gustarlos- hace posible que las enzimas de la saliva actúen de mejor manera sobre el sustrato alimenticio formando el bolo, que luego pasa por el esófago hasta el estómago, con movimientos peristálticos, donde el jugo gástrico con otras sustancias y nuevas enzimas, avanzan en la digestión química de las proteínas lípidos, carbohidratos y los ácidos nucleicos, hacia la formación del quimo.
Cuando el alimento es introducido a la boca y debidamente masticado, procede su traslado al estómago mediante el proceso de deglución, en el que el bolo pasa por el esofago atravesando los esfínteres esofágicos superior e inferior, tal y como se observa en el gifs:
Histología
Al realizar un corte transversal del Tracto Gastrointestinal, se observan en toda su longitud sus capas constitutivas, con algunos tramos que presentan determinadas modificaciones.
Criptas Gástricas
El jugo gástrico es el producto de una modificación en la capa mucosa llamada cripta gástrica, que da hacia la luz del tubo digestivo y donde se encuentran células secretoras de enzimas, sustancias y hormonas. Las células principales, parietales, epiteliales y “G” producen en conjunto la mezcla que actúan sobre el sustrato que transita por el estómago.
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Jugo Pancreático
Luego, son pasados del antro pilórico al duodeno (primera parte del intestino delgado), donde el jugo pancreático intensifica la digestión química además de formar el quilo, desplazandolo hacia el yeyuno e Íleon donde las enzimas de borde en cepillo de las velocidades intestinales terminan la tarea.
Vellosidades y Absorción
Esas vellosidades intestinales son las encargadas del otro papel fisiológico del TGI: la absorción de nutrientes, para llevarlos al sistema circulatorio y linfático. De esta manera, la sangre entrega los metabolitos a cada célula del cuerpo.
La digestión termina en el intestino grueso, donde se culmina la absorción de algunas vitaminas, se dan procesos de fermentación y la flora bacteriana participa de procesos diversos que confieren características a los restos de alimentos, hasta formar los heces fecales que finalmente son egestadas o expulsadas por el ano.
Estudio de casos: Apendicitis
Su primera porción –el ciego- presenta el apéndice vermiforme, sector en el que hay gran población linfoide y tiende a inflamarse, dando lugar a la temida apendicitis aguda que, de no ser tratada, puede desencadenar peritonitis.
Como ven, esta temática es tanto interesante como extensa, por lo que les invito a estar atentos a los próximos post, donde retomaré algunos aspectos para ir profundizando hacia el conocimiento detallado de este sistema de mantenimiento del cuerpo humano: el sistema digestivo.
- Ganong, W. ( 1996 ). Fisiología Médica. Decimoquinta. Edición en español. Editorial El Manual Moderno: México.
- Moyes, C. y Schulte, P.( 2007) Principios de Fisiología Animal. 1era Edición.Editorial Pearson.Addison-Wesley.
- Tórtora y Derrickson.( 2013 ). Principios de Fisiología y Anatomía. 11va edición. Editorial Harcourt Brace: Madrid.
- Van de Graff, K. Y Ward Rhees, R. (1989) Anatomía y Fisiología Humanas. México: Interamericana-McGraw-Hill.
Fuentes de las Imágenes
Nota: Las imágenes inéditas compuestas fueron procesadas por el autor con dispositivo Tablet Samsung 10.1 y el programa Power Point para convertirlas en .jpg, .gifs y .wmv