Una vida juntos

¿Existe el amor eterno?



Desde hace algunos días me encuentro botando papeles y organizando cosas en mi casa pues tengo pensado emigrar (sí, como tantos otros en mi país lamentablemente), y en ese abrir sobres y carpetas me encontré una foto de mis padres bailando de cuando tendrían unos 16 o 17 años (mis padres fueron novios desde los 15 hasta los 25 años que se casaron) y recordé una foto que les tomé este año el día del padre en una pose bastante parecida. Les cuento que mis padres cumplirán en Noviembre 48 años de casados y si a eso le sumamos los 10 de noviazgo en total serían 58 años juntos. Confieso que no dejaba de observar y comparar las dos fotografías, tenía tantos sentimientos en ese momento, de verdad que se me hizo un nudo en la garganta. Todos nos casamos con la ilusión de que será para toda la vida, sin embargo, son pocas las parejas que lo consiguen, lo que me llevó a preguntarme si de verdad existirá el amor eterno?


El cine, la literatura y hasta la música siempre nos ha ofrecido versiones apasionadas del amor, de la relación en pareja, un amor frenético, ante el cual no queda otra alternativa que rendirse, un amor que durará para toda la vida con eterna felicidad, otras veces se nos presenta como cosa del destino, en la que independientemente de lo que hagamos estábamos predestinados a determinada persona, pero, cuanto tiempo podrá durar ese amor desenfrenado?

Los psicólogos y personas que han estudiado el tema del amor nos ofrecen otra versión del mismo, una primera etapa de enamoramiento que dura algunos meses o hasta un año, muy apasionada, donde todo es novedoso, pero que luego avanzará hacia una etapa de habituación en la que muchos podrán pensar que “se acabó el amor”, más no es así, solo que este evoluciona y hay más calma y seguridad, hay consolidación de la pareja, planificación de un futuro juntos, la pasión no desaparece, simplemente comienza otro tipo de amor donde se pierde parte de la incertidumbre y ansiedad inicial.

Nos ofrecen diversos consejos para que una relación de pareja dure toda la vida: ser paciente, saber perdonar, ser consciente de los deseos y las necesidades del otro, compartir las tristezas y las alegrías, caminar juntos en la misma dirección, tener empatía por el otro, ser respetuoso, ser cariñoso, ser detallista, ser agradecido, ser fiel, procurar complacer a la pareja, hacerle cumplidos, aceptar al otro sin esperar cambiarlo luego, entender a tu pareja sin juzgarla, confianza mutua, buena comunicación, honestidad, perseverancia, compartir un proyecto de vida y un largo etcétera de virtudes y valores relacionados con el amor eterno.

Sabemos que en no pocas ocasiones esto se hace inalcanzable, lo cual resulta ser muy doloroso pues nos han enseñado que la pareja es un pilar fundamental sobre el cual basar nuestra existencia, la que nos hará crecer como persona y que cuando ese pilar cae habremos fracasado, nos hará un ser incompleto, caeremos en la soledad, en la inseguridad, estaremos “cojos”, sin saber que va a ser de nosotros a posterior. Muchas veces no nos damos cuenta que por querer sostener la columna, esta nos aplasta. Finalizar una relación requiere valentía y se debe poner fin en el momento oportuno, la vida sigue y hay que aprender de los errores, siempre es posible volver a amar.

Pero volviendo al tema inicial de mi post y a las fotos de mis padres, con esta publicación le quiero rendir honor a su amor, definitivamente vivir en pareja es una aventura y para mi mis padres representan una auténtica lección de amor, porque han demostrado que a pesar de tener una relación de 58 años (y los que aún les faltan), con sus altos y bajos, sus inconvenientes, la rutina, con sus crisis (que a veces son necesarias porque permiten empezar de nuevo), supieron comprometerse el uno con el otro y alcanzar un equilibrio, probaron que el amor no está hecho solo de promesas y palabras sino de acciones, demuestran día tras día que no es imposible lograr envejecer junto a alguien con amor, con esa clase de amor que es más fuerte y que nunca se termina, ese amor que no es una utopía, ese amor que no siempre se alcanza a la primera, sino que a veces se alcanza a la segunda, tercera o inclusive cuarta vez, pero que existe...



“Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”
-Julio Cortázar-



Fuente

Quiero finalizar el post compartiendo con ustedes el video de una de mis canciones favoritas de Miguel Bosé (bueno, en realidad me gustan casi todas), muy apropiada para el tema de la publicación, sencilla pero profunda, sin importar cuantas veces la haya oído, siempre me hace llorar

Te amaré

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