Cuando toca hacer un alto en el camino

<br/

Hay por allí un espacio donde cada día publicamos algo como si fuésemos estrellas y estamos rodeados de muchos fans que desean saber cada uno de nuestros pasos. No me he animado a participar porque se me hace complicado el ejercicio y aunque cada día es diferente siento que no me ocurren cosas relevantes como para cada día contar algo novedoso y no me imagino escribiendo: “hoy me levanté otra vez, estoy viva y le di de comer al gato” o “tuve un día muy entretenido caminé muchas cuadras tratando de conseguir azúcar para mi café”


Voy a imaginarme que este post es un ensayo para ver cómo me va a ver si me animo.

Hoy el día ha estado extraño, me ha costado mucho escribir, porque el tema, que me llega a la mente constantemente, es una situación desagradable que le ocurrió ayer al mayor de mis hijos varones. Él tiene un taller de luthería con una experiencia de más de diez años, ha hecho trabajos excelentes, tanto en la elaboración de instrumentos y reparación de los mismos, inclusive hizo este helicóptero que les muestro aquí, que es una verdadera obra de arte. Por esos eventos que se atraviesan cuando menos lo esperamos, ayer, se cortó con la sierra y se quitó la yema del dedo pulgar izquierdo.


Este incidente no se me sale de la mente, él está bien, cumpliendo su reposo y cuidando su dedo como debe ser, pero en un momento donde lo único que podemos hacer para enfrentar esta crisis es trabajar, trabajar y trabajar; la mente se entretiene, se ofusca, se enreda, se desconcierta, se tranquiliza y se vuelve a enredar. Agradezco que conservó su dedo, que habría sido peor lo que pudo haber ocurrido, pero la limitación que esto le va a significar para utilizar los instrumentos musicales en sus presentaciones musicales y seguir haciendo su trabajo diario es un desafío.

 
He escuchado muchas veces la expresión de que Dios no le da cargas a quien no puede llevarlas y sé es cierto. Quienes creemos que existe una fuerza superior a nosotros mismos, un ente creador que todo lo puede, que guía nuestros hilos y nos pone las situaciones que debemos enfrentar porque esa es su voluntad, nos aferramos también a creer que así como nos ha puesto esos aprendizajes, nos dará la sabiduría para entender la enseñanza. De allí me agarro.



Por alguna razón a veces andamos apurados en el camino y se presentan circunstancias que nos obligan a sentarnos, a apaciguarnos, a sopesar las cargas y enrumbar el camino de la mejor manera posible. Al final terminamos agradeciendo la experiencia porque a partir de ella, lo que hemos aprendido se convierte en nuestra fortaleza para seguir el camino.

Hace nueve meses, él escribió un post acerca del nacimiento de uno de sus hobbies, puedes leerlo aquí Allí explica cómo elaboró el helicóptero que usé como imagen para este post. Yo confío en que lo que viene será mucho mejor. Solo nos queda estar tranquilos y esperar. Le pasó a él y me pasó a mí, porque mi día a día se llena de todo lo que ocurre en la vida de mis hijos. Ser padres es para siempre.



https://wordpress.org/plugins/steempress/https://charjaim.timeets.com/2018/09/01/cuando-toca-hacer-un-alto-en-el-camino/


H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now